La mala situación económica que atraviesa la Agencia EFE es un hecho que Miguel Ángel Oliver trata de paliar desde su reciente nombramiento como presidente. Sin embargo, los trabajadores de la empresa se muestran reticentes ante la posibilidad de que los problemas se acaban solucionando con un nuevo Expediente de Regulación de Empleo. Así ha sido en otras ocasiones y la plantilla no se muestra muy optimista ante las últimas noticias recibidas.
Tras su nombramiento, Oliver ha iniciado una ronda de visitas a diferentes delegaciones de la Agencia en las que ha trasladado en la necesidad que tiene la compañía en mejorar sus ingresos. Para ello, no ha dudado en transmitir a los trabajadores la necesidad de mejorar su competitividad y actuar de forma responsable.
Unas palabras que han sido interpretadas como preludio a un posible ERE ante la falta de ingresos. Recordemos, que los Presupuestos Generales del Estado se han prorrogado y la Agencia mantendrá también congelada su última asignación anual que se contabiliza en 53,9 millones de euros. Este hecho, sumado a la reducción de clientes de EFE no augura nada bueno a una empresa que ya cuenta con una situación financiera complicada.
Futuro incierto para la plantilla
Tal y como ha podido saber este periódico, fuentes internas de la compañía han mostrado su preocupación ante la posibilidad de que la plantilla -formada por 740 trabajadores- tenga que enfrentarse a nuevos despidos.
A pesar de estar a la espera de lo que suceda en los próximos días, cuando está fechada una reunión entre la dirección y los trabajadores, la desconfianza en la dirección es máxima. Temen que los recortes que EFE necesita para nivelar sus cuentas comiencen por despidos a los trabajadores. Recuerdan que su compromiso con EFE está centrado en acatar las decisiones marcadas por los responsables que marcan las líneas estratégicas.
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