Qué conocida e histórica agencia de comunicación anda jubilando a sus senior, a los que manda a teletrabajar, mientras contrata becarios de otras agencias a los que promete el oro y el moro. Algunos de los ya jubilados se quejan de no haber tenido una despedida como merecían y esperan de sus jefes un reconocimiento a la altura de la jugada, nunca llegará. Han de conformarse con el reloj de los compis y el silencio de los corderos.