Mediaset, entre la espada y la pared ante las provocaciones constantes de ‘Sálvame’

En Mediaset se respira cierta tensión desde que se supo que la vuelta de Sálvame era una realidad. El programa que marcó un antes y un después en Telecinco volvió este miércoles a través de varias plataformas digitales, manteniendo la esencia que siempre le caracterizó y mandado algún que otro recado a “la cadena de en frente”.

Así denominan ahora Belén Esteban y compañía a la que durante 13 años fue su casa. De hecho, las provocaciones fueron la tónica general del estreno, que acabó con una promesa tras haber alcanzado 200 suscriptores de pago en Twitch: emitir la segunda entrega desde las inmediaciones de la sede de Mediaset.

Toda una provocación hacia la compañía audiovisual, que salvo algún que otro toque de atención -cambio de nombre obligado al programa- no se ha pronunciado en ningún sentido sobre la vuelta del histórico formato creado por La Fábrica de la Tele.

Este jueves Ni que fuéramos Shhh ha cumplido y finalmente ha arrancado con tres colaboradores muy cerca de la puerta de Mediaset. Belén Esteban, Chelo García Cortés y Víctor Sandoval aparecían en directo sentados en la terraza de un bar situado justo en frente de la sede del grupo.

¿Pronunciarse o no pronunciarse?

Las relaciones entre los fundadores de La Fábrica de la Tele y Mediaset no acabaron de la mejor manera. Cuando ambas partes rompieron su relación societaria, Óscar Cornejo y Adrián Madrid apostaron todo a una carta: crear Fabricantes Studio, una nueva productora para resucitar Sálvame.

Un esperado regreso para los fans y que a Mediaset parece no haber sentado nada bien. De ahí que instaran a los responsables de Fabricantes Studio a cambiar la palabra “Sálvame” del título de su nuevo espacio, que en un principio iba a llamarse Ni que fuéramos Sálvame, y que finalmente se estrenó como Ni que fuéramos Shhh.

A pesar de las provocaciones que hemos visto durante estos días, todo apunta a que las menciones a “la cadena de en frente” y al grupo de comunicación liderado por Alessandro Salem serán una constante en Ni que fuéramos Shhh, que pretende explotar el conflicto entre Mediaset y los que hacían Sálvame hasta la saciedad.

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