El cuidado de la piel es fundamental para evitar el riesgo de enfermedades y el envejecimiento de la misma. En este sentido, lo principal es la prevención, pero cuando ya ha aparecido algún tipo de mancha sobre la piel (por muy indefensa y común que parezca) es importante acudir a un dermatólogo, para que pueda realizar un diagnóstico y, posteriormente, llevar a cabo un tratamiento correcto.
Los mejores tratamientos para quitar las manchas para la piel dependerán de diferentes factores. “En primer lugar es fundamental hacer un buen diagnóstico de las manchas de la piel”, explica José Luis López Estebaranz, presidente del CILAD (Colegio Ibero Latinoamericano de Dermatología), a PRSalud.
Manchas por envejecimiento, melasma y melanoma
Las más frecuentes, según cuenta el especialista, son las manchas por envejecimiento (pecas, manchas solares que aparecen en las zonas más expuestas…). “Hoy en día estas manchas se pueden quitar fácilmente con unos láseres especiales para quitar la pigmentación de la piel sin dejar cicatriz ni marcas. Se tráta de láseres de picosegundos y nanosegundos que, en una sola sesión, logran eliminar esas manchas”, indica Estebaranz.
Otro tipo de manchas que, además, es muy común en mujeres, es el melasma. “Estas suelen salir en la frente, pómulos, sobre el labio superior, etc. y son las mismas manchas que salen a algunas mujeres durante el embarazo (en estos casos se denomina cloasma)”, señala el presidente del CILAD.
El especialista asegura que el melasma (y cloasma en embarazadas) “tiene una influencia hormonal, además de un factor genético involucrado, y sobre todo, es la radiación ultravioleta la que hace que se oscurezcan más. En estos casos llevamos a cabo tratamientos con fórmulas magistrales y cremas que contienen despigmentantes”.
En cuanto al melanoma, Estebaranz asegura que se trata del “cáncer más agresivo que se da en la gente más joven y hay que estar alerta ante manchas que cambien de forma, color o tamaño”. En este contexto, el especialista hace hincapié sobre la importancia de acudir a un dermatólogo, ya que estos disponen de herramientas para controlar más en profundidad estas manchas. “A parte del diagnóstico clínico, tenemos herramientas que nos ofrecen más precisión, como la dermatoscopia digital (lupa con luz polarizada que nos visualiza estructuras que no se aprecian a simple vista) o la microscopia confocal (evita que los especialistas tengamos que hacer biopsias y ofrecen un diagnóstico preciso).
El uso de cámaras de bronceado
Ante la creciente obsesión entre los jóvenes por el bronceado, muchas personas se decantan por el uso de cámaras de bronceado para acelerar este proceso. Una excesiva exposición solar ya de por si es perjudicial (aun utilizando protectores solares), pero el uso de las cámaras de bronceado lo es aún más.
“Las cámaras de bronceado inducen al aumento del riesgo de cáncer de piel. Están desaconsejadas e incluso prohibidas en mujeres embarazadas, niños”, advierte el especialista, quien resalta, además que estas cámaras no solo aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel, sino que también la envejecen. “Se trata de una radiación muy intensa en poco tiempo”, concluye.
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