TVE vuelve a ser la cadena líder de nuestro país 12 años después. Un hito que no hubiera sido posible sin la inestimable ayuda del fútbol de selecciones. La Eurocopa ha sido determinante en este mes de junio, donde La 1 ha firmado un 12,7% de cuota de pantalla.
Son solo tres décimas más de las que ha cosechado Antena 3, líder indiscutible durante toda la temporada. Además, pese a contar con un torneo que atrae a millones de espectadores, La 1 sólo ha podido destronar a la cadena de Atresmedia en los últimos compases del mes, cuando ya se habían disputado los primeros partidos de octavos de final.
40 millones de euros tienen la culpa; es la cantidad que RTVE abonó a cambio de los derechos de emisión de la Eurocopa. El fuerte desembolso ha provocado que, una vez más, la corporación lo fíe todo a las audiencias disparadas que atraen los partidos de selecciones, especialmente cuando juega España.
A pesar de lo efímero de su liderazgo -las tornas volverán a su estado original cuando termine la Eurocopa-, TVE no ha dudado en presumir de sus resultados en junio. Lo ha hecho destacando “la fidelidad de la audiencia” y su buen rendimiento a lo largo de la temporada que, dicho sea de paso, no es tal, pues ese repunte de última hora sólo se explica gracias al impacto del fútbol.
Un modelo obsoleto y sin seña de identidad
El liderazgo cosechado en junio no esconde la auténtica realidad de TVE, que ha estado por detrás de Antena 3 y de Telecinco buena parte de la temporada. La crisis interna -la de los despachos- se traslada inevitablemente a la pantalla, donde la cadena pública no consigue atraer al público.
Desde que José Manuel Pérez Tornero asumiera la presidencia de RTVE, la corporación ha basado su modelo televisivo en la adquisición de grandes eventos deportivos capaces de reportarle grandes datos de audiencia.
Lo vimos con la emisión del Mundial de Qatar en 2022 y lo estamos viendo ahora con la Eurocopa de Alemania. Sin embargo, más allá de esta cuestión, cuesta identificar a qué modelo responde la programación de TVE. Sus apuestas a menudo se cuentan por fracasos y la falta de acierto se sucede cada temporada.
Cierto es que recientemente pudo asaltar la segunda posición en detrimento de Telecinco, que también atraviesa una crisis sin precedentes. Por todos estos motivos, cabe esperar que con la llegada del otoño, la situación de TVE vuelva a ser la que era antes de la Eurocopa.
A la crisis de audiencia y modelo hay que sumarle la económica. Según las cuentas recientemente publicadas por la corporación RTVE, el ejercicio 2023 cerró en números rojos, con unas pérdidas de 4,32 millones de euros. Una realidad que contrasta con la del ejercicio anterior, cuando cosechó un beneficio de 17,16 millones de euros.
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