EL FOCO, PUESTO EN EL EXPRESIDENTE LOBISTA AL QUE TODOS TEMEN, PIDEN QUE SE MANIFIESTE

El silencio de Zapatero: un ejemplo de manual de cómo patinar en ‘asuntos públicos’

LA CRISIS EN VENEZUELA TRAS LAS ELECCIONES SACUDE A ZP EN SUS INTERESES

La callada por respuesta que está dando el exjefe del Ejecutivo tras las elecciones venezolanas le ha colocado en el disparadero tras su reconversión en asesor y lobista al servicio de distintos intereses. Y es que la discreción, regla número uno de dicha labor, se ha ido al garete.

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“El problema es que, a pesar de lo que él se crea, es un ‘amateur’ al que hasta ahora le habían ido las cosas bien”. Así lo explica un reconocido experto en los llamados ‘asuntos públicos’ que prefiere guardar el anonimato cuando se le pregunta por la actual situación de José Luis Rodríguez Zapatero. Y es que el expresidente del Gobierno, que sigue guardando silencio ante las acusaciones de ‘pucherazo’ en Venezuela, está en el ojo del huracán. “La peor pesadilla para quien se dedica a estas cuestiones”, señala dicho experto.

Desde luego, Zapatero ha conseguido ponerse en el centro de la diana y acaparar toda la actualidad. Si una de las premisas principal del manual del buen asesor en asuntos públicos pasa por la discreción y el trabajo en la sombra, el exjefe del Ejecutivo la ha vulnerado a base de bien. Y el problema ya no deriva tan sólo del resultado electoral venezolano, sino también de que Zapatero se ha vuelto tóxico, obligando incluso al Gobierno de Pedro Sánchez a tener que salir en su defensa.

Si el trabajo en asuntos públicos requiere que dichos expertos pasen por aplicar la máxima del “hombre gris” -o sea, no llamar la atención y pasar desapercibido, operando entre bambalinas-, a Zapatero, ahora mismo, se le han caído todos los palos del sombrajo. Hasta ahora, el expresidente había conseguido capear, de forma discreta, su trabajo como lobista -al servicio, prácticamente, de clientes discutibles-, pero ahora se ha convertido en el foco de atención de medios de comunicación y políticos, dispuestos a no soltar presa sobre el controvertido asunto.

Que una amplia mayoría de expolíticos llevan, de un tiempo a esta parte, reciclándose en expertos en asuntos públicos es un hecho, y así lo tienen en cuenta numerosas agencias del sector. Sin embargo, la labor de Zapatero ha terminado explotando porque, según apuntan diversas fuentes del mismo, lo suyo carece de profesionalidad.

Hasta ahora, el expresidente había capeado sus vinculaciones como presunto mediador -en realidad, todo parece indicar que más bien como apoyo- del régimen de Nicolás Maduro. Además, ha dejado al descubierto un flanco importante, ya que ese papel de ‘susurrador’ se extiende hasta España, donde ha sido un pilar clave en la instauración del sanchismo. Fue Zapatero quien tendió puentes entre Pablo Iglesias -que le elogió en su tesis doctoral- y Pedro Sánchez y fue Zapatero quien salió al rescate de la campaña socialista el pasado verano después de que el candidato del PSOE fuese derrotado en el cara a cara con Alberto Núñez Feijóo. Y si los cadáveres políticos de Sánchez se cuentan por decenas, los de Zapatero, como inspirador y soporte ideológico del sanchismo, tampoco se quedan atrás. A Zapatero se le tienen ganas, tanto por parte de la oposición como de antiguos mitos del PSOE.

Precisamente, fue Felipe González quien puso el foco en sus vinculaciones con regímenes discutibles, democráticamente hablando. Y no se trata tan sólo de su participación en el Grupo de Puebla -cuyos miembros, al menos, han hecho el paripé de pedir las actas electorales, salvo Zapatero-, y con Venezuela, país en el que sus hijas han visto una oportunidad de negocio, como relataron diversos medios hace apenas unos meses.

También están los lazos con los chinos. Diversas fuentes coinciden en señalar al expresidente como un representante de los intereses comerciales de China en España, especialmente los que tocan las cuestiones tecnológicas. Unos vínculos que le habrían servido para tejer una red clientelar en la que se incluyen medios ideológicamente contrapuestos al propio Zapatero.

Mientras tanto, el expresidente guarda silencio y demuestra una vez más su hermetismo y su capacidad para negar la realidad. “Ya es un síntoma que hasta un escritor de renombre como Arturo Pérez-Reverte haya señalado que, si siguiera ejerciendo el periodismo, le faltaría tiempo para investigar dichas vinculaciones”, apunta una fuente del ámbito de la comunicación.

De momento, Zapatero no ha encontrado muchos apoyos, salvo algún que otro medio de partido con vinculaciones pasadas y poco más. “Ni siquiera Prisa está en eso, porque su postura, aparentemente, es otra con respecto a Maduro. Lo que pasa es que están siendo generosos con él guardando silencio”, señalan en el sector. “Dime quién no habla de él y te diré dónde tiene entrada”, afirma otra voz autorizada del sector. Y es que su defensa, a día de hoy, no hay por dónde cogerla.

Seguiremos Informando…

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