¿CÓMO HA EVOLUCIONADO EL LOBBY EN ESPAÑA EN LA ÚLTIMA DÉCADA?

“Las nuevas generaciones de políticos entienden mejor los Asuntos Públicos”

PRNOTICIAS CONVERSA CON MIGUEL LARIOS, DIRECTOR DE REGULACIÓN NITID

“En España no había una cultura de Asuntos Públicos, pero sí en el norte de Europa. Esa legislación proveniente de Bruselas y Estrasburgo empezó a tener, entre otras consecuencias, que poco a poco las organizaciones en España empezaran a externalizar, o a contar con apoyo, sus necesidades de Asuntos Públicos para no perder competitividad a nivel nacional e internacional”

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¿Cómo ha evolucionado el sector de los Asuntos Públicos y el lobby en España en la última década? Para Miguel Larios, director de Regulación NITID, la respuesta es sencilla: “El sector de las consultoras y agencias en esta materia ha crecido exponencialmente en los últimos 10 años en España. Las razones fundamentales se pueden encontrar en el volumen y la complejidad de la legislación europea, estatal, autonómica y local; así como la creciente exigencia de las empresas, fundaciones, asociaciones, ONG e instituciones de interactuar de una forma eficaz y dinámica con el sector público”.

Conversamos con él, a propósito de su salto del despacho Cremades & Calvo Sotelo a NITID, y de sus más de 20 años en el sector, que lo avalan como conocedor y testigo de esta evolución. Porque para entender la práctica de los Asuntos Púbicos en España, hay que repasar algunas claves, tanto del punto de partida, como del punto en el que se encuentra.

¿Ha crecido al mismo ritmo que la legislación europea, estatal, autonómicas y locales?

Sí. Está claro que la entrada de España en la Comunidad Económica Europea en 1986 y el comienzo de trasposiciones de legislación europea al sistema legislativo y jurídico español supuso un punto de inflexión para las empresas, que a partir de ese momento tuvieron que hacer frente a una mayor regulación en sus sectores. En España no había una cultura de Asuntos Públicos, pero sí en el norte de Europa. Esa legislación proveniente de Bruselas y Estrasburgo empezó a tener, entre otras consecuencias, que poco a poco las organizaciones en España empezaran a externalizar, o a contar con apoyo, sus necesidades de Asuntos Públicos para no perder competitividad a nivel nacional e internacional.

¿Están preparadas agencias y profesionales para enfrentarse a la creciente complejidad legislativa?

Yo diría que cada vez más. En los últimos 10 años la profesionalización de los Asuntos Públicos ha crecido exponencialmente gracias a los programas de formación, como el caso del PDAP de la Universidad Pontificia Comillas ICADE y NITID, que lleva 15 años formando a los lobistas de nuestro país, el auge de las nuevas tecnologías o la incorporación de profesionales multidisciplinares a los equipos de Public Affairs en las empresas y consultoras. Además, creo que las nuevas generaciones de políticos entienden mejor el papel de los Asuntos Públicos.

¿Qué papel juegan el big data, la microsegmentación y la inteligencia artificial en este crecimiento?

El big data puede jugar un papel crucial en la consultoría al proporcionar información más profunda sobre tendencias, comportamientos y patrones. Permite a los consultores ofrecer estrategias basadas en datos, haciéndolas más precisas y personalizadas según las necesidades de los clientes. Analizando grandes conjuntos de datos, es posible identificar riesgos y oportunidades emergentes, optimizando así la toma de decisiones. Además, el big data puede mejorar la eficacia en los asuntos públicos, permitiendo una segmentación más eficiente de actores clave y un seguimiento en tiempo real del impacto de las acciones.

¿En qué sectores el universo legislativo español es más vasto?

Principalmente en los sectores más regulados como el medio ambiente, la alimentación, la defensa, la energía, las telecomunicaciones y nuevas tecnologías, la sanidad y las finanzas. Básicamente, aquellos sectores que puedan tener un impacto en la seguridad nacional y de las personas, la salud, la estabilidad económica y el estado del bienestar.

¿Qué otros sectores más bien están ávidos de regulación?  

Hay un gran desafío desde el punto de vista regulatorio en la actividad de los desarrolladores y proveedores de servicios de inteligencia artificial, que debería contar con una regulación urgente. No obstante, aquí se da el hecho de que muy poca gente entiende realmente, no solo el funcionamiento de la inteligencia artificial, sino el alcance de las repercusiones que pueda tener. Por ello, como en todos los ámbitos, es imprescindible que haya un buen diálogo entre los legisladores y los actores de este sector para poder hacer una regulación eficiente.

¿Qué es lo más difícil en este momento para los profesionales de los asuntos públicos en España?

Por un lado, la enorme cantidad de legislación y regulación que se tramita a diario en España y Europa requiere un enfoque, especialización y recursos muy grandes para poder atender las necesidades diarias de los clientes. Por otro lado, creo que debemos seguir avanzando en que los legisladores y los representantes políticos entiendan mejor el papel de los profesionales de Asuntos Públicos, ya que la colaboración entre el ámbito privado y el político es positiva para todos. 

¿Y lo más sencillo?

Sencillo, sencillo creo que nada; aunque como he comentado anteriormente, pienso que las nuevas tecnologías están ayudando a dinamizar procesos clave de nuestro trabajo.

Seguiremos Informando…

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