Entre 2023 y 2024, la economía sostenible ha ganado una importancia significativa en el mundo empresarial, impulsada en gran medida por la creciente demanda de la sociedad respecto al compromiso de las compañías con el medioambiente y la aparición de nuevos criterios climáticos. Así, la sostenibilidad ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad estratégica para aquellas organizaciones que desean perdurar y prosperar en el futuro.
En este contexto, la incorporación de nuevas estrategias en la cultura empresarial se convierte en un elemento esencial para mantener la competitividad y como parte de estas estrategias destacan los empleados y sus cualidades. Es decir, en este nuevo escenario se requiere que las empresas cuenten, más que nunca, con talento capaz de combinar experiencia con adaptabilidad.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), es en ese punto donde el talento senior -grupo demográfico cada vez más amplio en la sociedad- se ha convertido en un activo estratégico para la economía y la reputación empresarial. Se trata de profesionales mayores de 50 años que destacan por su valiosa experiencia acumulada a lo largo de décadas que les permite dar un mayor valor a la compañía y tener más facilidad a la hora de hacer frente a grandes desafios. Por tanto, dejan de ser un obstáculo, para convertirse en una oportunidad.
La aparición de la IA y los avances en datos, potencian la habilidad humana
Además, en una era de transformación tecnológica en la que las empresas están invirtiendo en IA y en herramientas que les permitan medir datos, la capacidad humana para liderar y adaptarse al cambio se está potenciando. En este sentido, según el último estudio realizado por SAVIA, “la inclusión de la IA, al automatizar tareas repetitivas, permite a los profesionales sénior centrarse en roles más estratégicos y creativos”.
Una realidad, por tanto, a la que se une la información trasladada por la reciente encuesta anual de KPMG sobre los CEO destaca que, “un 22% de los altos directivos españoles considera la ejecución de iniciativas ESG como principal estrategia para alcanzar los objetivos de crecimiento de su organización”.
En palabras de Juan Luis Moreno, Partner & Managing Director de The Valley, r”Este grupo demográfico aporta una experiencia y conocimiento invaluables para las compañías, y su capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías ha sido demostrada una y otra vez. La digitalización fue una palanca de cambio necesaria para que las compañías se adaptaran a un mundo cambiante debido al impacto de la tecnología”.
“Hoy, una década más tarde, la inteligencia artificial, los datos, la cultura empresarial y los criterios ESG son los nuevos drivers de la transformación que deben enfrentar las organizaciones para seguir siendo competitivas. Sin embargo, como en todo proceso de cambio, nada ocurrirá si no se crea la cultura necesaria para ello, basada en las nuevas competencias y habilidades, tanto de los líderes como de los equipos”, añade el experto.
Sostenibilidad como estrategia y habilidad requerida
Ahora bien, teniendo en cuenta esto, los expertos destacan las habilidades que deben desarrollar los líderes actuales con el fin de proporcionarles las habilidades y herramientas necesarias para liderar con éxito dentro de un entorno empresarial dinámico y en constante cambio, entre las que destacacomo una de las más relevantes, la sostenibilidad.
Las regulaciones marcadas por la Unión Europea de reducir en un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para el año 2030, sumado a que las empresas se encuentran en una situación de gran presión para adoptar estrategias más sostenibles y cumplir con los objetivos climáticos establecidos, suponen un desafío que deben afrontar a través de la implementación de estrategias que marquen el rumbo del negocio hacia un modelo más comprometido con el medio ambiente.
Así, la sostenibilidad es un pilar fundamental de la nueva economía, y los líderes empresariales deben ser capaces de integrar estos principios en sus estrategias corporativas. Por ello, el programa hace hincapié en la importancia de establecer la sostenibilidad como estrategia de negocio, analizando la manera de gestionar una estrategia ESG que se ajuste a los nuevos marcos regulatorios y a las tres dimensiones clave: social, ambiental y de Buen Gobierno.
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