Que el sector de la movilidad urbana está cambiando, es un hecho palpable. Movernos hoy en las grandes ciudades de España es hacerlo sobre las ruedas del pasado, el presente y el futuro, a la vez. Coches de colección, coches tradicionales, coches eléctricos, por no hablar de motos, patinetes y otros vehículos, pelean cada día por su espacio, no solo en el asfalto. Pero, ¿qué están haciendo los departamentos de marketing de las empresas emergentes, para ganar terreno?
Para responder a esta pregunta, desde PRNoticias hemos conversado con la periodista Belén del Hoyo, Head of PR & social media de la plataforma de movilidad y automoción Astara. Con experiencia como responsable de comunicación en Pandora, y ahora de la comunicación de Astara, diseña las estrategias globales de la marca desde la perspectiva creativa, indispensable hoy en este mercado.
“La comunicación avanza a pasos agigantados y en múltiples direcciones. Las estrategias son cada vez más complejas, ya que los entornos y las necesidades evolucionan constantemente. Nos encontramos inmersos en la era de la inmediatez, un desafío clave para quienes trabajamos en este campo. La forma en que nos comunicamos está en constante transformación, y los individuos esperan soluciones que estén a la altura de sus expectativas. Sorprender es complicado, pero también es un reto apasionante que nos impulsa a explotar todo nuestro potencial”, nos adelanta, y continúa.
¿Qué tendencias ves en las estrategias de comunicación del sector?
Una de las tendencias que sigue creciendo de manera imparable es el consumo audiovisual, con un éxito rotundo que atraviesa generaciones. Estamos en la era de los podcasts y videopodcast, un formato que todos consumimos de alguna manera. También destacan la personalización y las experiencias inmersivas, capaces de adaptarse a las necesidades particulares y de dejar una huella significativa. Astara se encuentra precisamente en esta línea, con su ecosistema de servicios de movilidad, sumándose a estos formatos y aportando valor a toda esta conversación.
La marca Astara emprendió un camino de transformación hace unos años. ¿Cómo se ha comunicado esta transformación?
Creo que para cualquier profesional de la comunicación que tenga la suerte de embarcarse en un proyecto de transformación de una compañía, el verdadero desafío comienza con la implementación de la visión global de la empresa. Fue un proceso complejo que exigió no solo estandarizar metodologías, sino también comprender las idiosincrasias únicas de cada mercado y encontrar sinergias efectivas. Este reto se ha convertido, a nivel profesional, en una de las experiencias más gratificantes y enriquecedoras de mi trayectoria. Enfrentarse a este escenario no solo fue una prueba para todos los que estamos involucrados, sino también una oportunidad de aprendizaje y crecimiento continuo. Participar en la creación o transformación de una marca desde cero implica navegar por numerosos procesos: desde definir la identidad y los valores, hasta diseñar una estrategia de comunicación coherente y adaptada a los distintos públicos. Además, siempre hay diferentes interpretaciones sobre qué y cómo comunicar, lo que añade complejidad y demanda una constante evolución. Continuamos en este camino de transformación, y sigue habiendo un amplio abanico de oportunidades para aplicar nuevas estrategias de comunicación que reflejen los cambios y desafíos del mercado. Cada reto, cada ajuste, y cada decisión contribuyen a la construcción de marcas con un propósito claro, sólidas y reconocibles.
¿Qué claves permiten llegar a buen puerto al realizar un cambio de marca?
Desde mi punto de vista, las claves para llevar a cabo un cambio de marca con éxito empiezan por una planificación sólida y una visión estratégica clara. Establecer objetivos a corto, medio y largo plazo es fundamental para que cada etapa del proceso esté bien organizada y alineada con la dirección deseada. Sin embargo, además de la estrategia, la creatividad juega un papel crucial. La capacidad de desarrollar iniciativas originales y atractivas que conecten emocionalmente con las personas es lo que realmente diferencia a una marca y asegura su relevancia en el mercado. Asimismo, es esencial segmentar y diversificar las estrategias para adaptarlas a diferentes públicos y territorios. En Astara, los proyectos son muy variados y requieren enfoques distintos según las audiencias. Las redes sociales se han convertido en aliadas clave, aportando inmediatez y permitiendo compartir conceptos de forma masiva y rápida. No obstante, los medios tradicionales siguen siendo fundamentales para transmitir conocimiento, credibilidad y consolidar la reputación de la compañía a largo plazo. Finalmente, la flexibilidad es vital en cualquier proceso de transformación. Un cambio de marca es un proceso dinámico, y es importante estar preparados para ajustar la estrategia ante nuevos desafíos u oportunidades que puedan surgir. Mantener una mentalidad abierta y receptiva a los resultados y comentarios asegura que el proceso evolucione de forma positiva y efectiva.
¿Y qué es lo más difícil de este proceso?
Lo más difícil de un proceso de cambio de marca es, sin duda, gestionar la incertidumbre y la resistencia al cambio. Siempre es un reto alinear a todos los equipos para que comprendan y adopten la nueva identidad, asegurando que la comunicación interna sea clara y eficaz. Externamente, uno de los mayores desafíos es captar la atención del público y asegurarse de que los mensajes clave sean comprendidos. La comunicación es una herramienta voluble y ofrece una gama inmensa de posibilidades, pero también es un gigante que debemos saber controlar. Es fundamental gestionar lo que comunicamos, cómo generamos la conversación y, sobre todo, el impacto que logramos en nuestros destinatarios.
¿Qué deben saber los responsables de comunicación que se enfrentan a un proceso similar?
Los profesionales de la comunicación debemos adaptarnos constantemente a los cambios del entorno y las transformaciones en las necesidades del público. La capacidad de adaptación se convierte en una habilidad crucial, ya que el contexto de la comunicación actual es dinámico y exige respuestas rápidas y creativas. A pesar de las dificultades, estos desafíos no nos frenan en la búsqueda de soluciones; al contrario, nos impulsan a apostar por ideas innovadoras que permitan diferenciar a la marca. Mantener la coherencia en todo el proceso también es complejo. Coordinar los múltiples canales de comunicación y asegurarse de que cada mensaje refleje fielmente la nueva identidad es esencial, especialmente cuando tratamos con diferentes públicos, mercados o culturas. Además, encontrar el equilibrio entre preservar la esencia de la marca y, al mismo tiempo, introducir los cambios necesarios para que evolucione, puede ser uno de los mayores retos. No obstante, aunque el proceso nos obligue a sortear obstáculos, al final, merece la pena. Disfrutamos del camino, a pesar de las dificultades, porque es un proceso de aprendizaje y crecimiento constante para todos los involucrados.
¿Afecta un cambio de marca a la reputación de la compañía?
Un cambio de marca, bien gestionado, puede fortalecer la reputación de una compañía en lugar de dañarla. Si se comunica con transparencia, explicando claramente el “por qué” y los beneficios del cambio, el público lo recibirá de manera positiva. La clave está en mantener coherencia en los mensajes y asegurar que todos los stakeholders se sientan parte del proceso. Escuchar a los empleados, clientes y socios genera confianza y compromiso, minimizando el riesgo de rechazo. Además, una transición gradual y planificada permite que todos se adapten al ritmo adecuado, lo que convierte el cambio en una oportunidad para reforzar la imagen de la marca y mejorar su conexión con el público.
¿Cómo ves el futuro de la comunicación en este sector?
El futuro de la comunicación es emocionante, marcado por el avance constante de la tecnología y el poder de la creatividad. Será cada vez más interactiva, personalizada y envolvente, con experiencias que conecten de verdad con las personas. Las plataformas digitales, la inteligencia artificial y la realidad aumentada cambiarán la forma en que nos comunicamos, permitiendo crear historias más cercanas y relevantes. Además, la comunicación será clave para compartir conocimiento de manera auténtica y cercana, fortaleciendo así la relación entre las marcas y su audiencia en un mundo que sigue, y seguirá, en constante cambio. La capacidad de adaptarse rápidamente a estas nuevas herramientas será fundamental, pero sin perder de vista la autenticidad y la transparencia. En un entorno tan conectado, generar mensajes que no solo informen, sino que también inspiren confianza y aporten valor, será más importante que nunca. Aunque la segmentación será esencial para llegar a cada audiencia de manera efectiva, la creatividad y la capacidad de sorprender serán lo que realmente marque la diferencia. Más allá de la tecnología, el reto será crear mensajes que toquen el corazón de las personas. En resumen, el futuro de la comunicación combinará innovación y humanidad, donde la tecnología potenciará historias genuinas que no solo conecten, sino que también dejen una huella.
Seguiremos Informando…