“España acaba de sufrir uno de los peores desastres climáticos de su historia. Solo hay una cosa tan importante como ayudar a las víctimas de esta terrible tragedia en Valencia. Evitar que se produzca de nuevo. Evitar que los desastres naturales se repitan y multipliquen. Desde la #COP29 hago un llamamiento: actuemos. Salvemos las vidas de nuestros ciudadanos, salvemos sus economías y salvemos al planeta”, dijo este 12 de noviembre el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en su red social X. Lo hizo, después de su intervención ante el plenario de la Cumbre del Clima de la ONU (COP29), que se celebra estos días en Bakú (Azerbaiyán) hasta el 22 de noviembre.
En la COP29, oficialmente la 29 Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), los países tratan de establecer un nuevo objetivo anual de financiación para el clima que sustituya al compromiso de 100.000 millones de dólares establecido en 2009, que expira a finales de año y que, según muchos, es muy inferior a lo que se necesita para hacer frente al rápido aumento de las temperaturas del aire y del mar.
“Dejemos de lado la idea de que la financiación de la lucha contra el cambio climático es una obra de caridad. La COP es el único lugar donde se puede abordar la galopante crisis climática y pedir cuentas de forma creíble para actuar al respecto. Sabemos que este proceso funciona. Porque sin él, la humanidad se encaminaría hacia los cinco grados de calentamiento global”, dijo el responsable de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Simon Stiell.
Pero en su intervención, Sánchez fue a colocar su mensaje. A más de cinco mil kilómetros de España, lejos de la Sesión de Control del Gobierno en el Congreso a la que no asistió, y todavía más lejos de los valencianos que siguen necesitando el apoyo del Gobierno, justificó su presencia en la capital azerí “para evitar que se produzca otra tragedia” como la de Valencia, y de soslayo, le echó la culpa al cambio climático. Según él, las pérdidas humanas y materiales que causó la DANA a su paso por Valencia “habrían sido menos intensas” sin el efecto del cambio climático.
Sobre la reducción de emisiones, dijo con la intención de moderar el tono de años anteriores, pero sin miramientos: “En mi país, en España, ya lo estamos haciendo. En los últimos años hemos convertido la transición ecológica en una fuente de modernización y prosperidad. Hemos reducido en un 40% nuestras emisiones y nuestro consumo de recursos naturales, y al mismo tiempo hemos sido la economía de la OCDE que más ha crecido y que más empleo ha creado durante los últimos años”.
Las respuestas de los líderes que asisten al evento global se escucharán en los próximos días, pero las de los españoles en el post de Sánchez -y otras redes sociales- no se han hecho esperar: “¿Se puede ser más retorcido?”; “Esa tragedia ha ocurrido porque Ribera no ejecutó el plan para habilitar el barranco del Poyo para posibles riadas, porque era incompatible con el plan naturista de Ximo Puig, sinvergüenza”; “Las políticas climáticas matan”; “El desastre lo provocasteis vosotros con vuestra nula respuesta”…
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