NO ES LO MISMO LA LEGISLACIÓN EN EN EE. UU. QUE EN EUROPA

Banners de cookies: Entre los intereses de Elon Musk y la libertad de los usuarios

ADELINA PELTEA, CMO DE USERCENTRICS, HABLA PARA PRNOTICIAS

“Dar a los consumidores la posibilidad de controlar sus datos e información personal no es sólo ético, sino también una clara señal de que las marcas respetan la privacidad del usuario, y eso refuerza las razones por las que las personas eligen comprar a empresas específicas que respetan sus preferencias. Eliminar los banners de cookies supondría mermar esta confianza y, en última instancia, el derecho del consumidor a decidir”. Adelina Peltea

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Elon Musk publicó recientemente un tuit que decía: “The ‘approve cookie’ banner is super annoying. It should be removed“, y en el sector de la comunicación y el marketing saltaron las alarmas. Mientras al empresario y ahora activista político los quiere eliminar, hay expertos que los consideran indispensables. ¿Por qué?

“Si bien los banners de cookies pueden proporcionar una experiencia de usuario más fluida, son sólo la antesala de las plataformas de gestión del consentimiento, y representan algo mucho más esencial: dan a las personas libertad de elección y un verdadero control sobre qué información personal comparten, con quién y cómo se utiliza. El comentario de Elon Musk se refiere únicamente a la experiencia de esta primera fase, que sí puede modificarse”, explica Adelina Peltea, CMO de Usercentrics.

Consultada por PRNoticias, Peltea señala que los legisladores estadounidenses pueden adoptar un enfoque diferente al de los europeos en lo que respecta al consentimiento de datos, pero la realidad universal es que la gente quiere tener la libertad de elegir cómo se manejan sus datos. “Dar a los consumidores la posibilidad de controlar sus datos e información personal no es sólo ético, sino también una clara señal de que las marcas respetan la privacidad del usuario, y eso refuerza las razones por las que las personas eligen comprar a empresas específicas que respetan sus preferencias. Eliminar los banners de cookies supondría mermar esta confianza y, en última instancia, el derecho del consumidor a decidir”, argumenta la experta, que responde a nuestras preguntas.

Para las empresas, ¿qué tienen de bueno (y de malo) los banners de cookies?

    En primer lugar, mediante la implementación de banners de cookies (o mejor dicho, banners de consentimiento) las empresas pueden protegerse contra las multas del GDPR. De hecho, España encabeza la lista de Europa en  este tipo de sanciones , con 899 multas emitidas por un importe de 82 millones de euros (fuente). Esta fuerte aplicación de la normativa en España está llevando a muchas empresas a incorporar banners de consentimiento, y  aumentando la tasa de adopción  de nuestra plataforma de gestión del consentimiento.

    En segundo lugar, las empresas que promueven la privacidad de los datos y otorgan a sus compradores y usuarios el derecho a decidir qué datos desean compartir y con qué fines, son testigos de un aumento de los ingresos, convirtiendo a la privacidad de los datos en una ventaja competitiva. Según el informe 2024 de Cisco, la privacidad se ha convertido en un elemento crítico a la vez que facilitador de la confianza del cliente, ya que el 94% de las organizaciones afirman que sus clientes no les comprarían si no protegieran sus datos adecuadamente.

    Sin embargo, lo que frenaba a las empresas a la hora de implantar plataformas de gestión del consentimiento (entre ellas, los banners de cookies) era su preocupación por la pérdida de datos y la limitación del seguimiento de resultados de marketing . Es cierto que entre todos nuestros clientes B2B observamos una tasa media de consentimiento de alrededor del 70%, lo que significa que 7 de cada 10 personas permiten que un sitio web utilice sus datos con fines de seguimiento y/o publicidad. Hay un cambio de mentalidad que debe producirse aquí: los propietarios de negocios y los vendedores deben asumir que, por defecto, no tienen derecho a utilizar ni un solo dato, no todos los datos, y que esta tasa de consentimiento del 70% es, en realidad, excelente porque se trata de personas que confían en su negocio para utilizar sus datos con los que ahora pueden operar legalmente y de forma ética.

    ¿Y para los usuarios?

    El derecho a la privacidad es un derecho humano fundamental. En la UE, el GDPR establece explícitamente la protección de datos como un derecho fundamental. Los banners de cookies, entre otras soluciones de gestión del consentimiento y las preferencias, intentan empoderar a los usuarios y respetar este derecho. Estos ofrecen a las personas la libertad de elegir si desean o no ser rastreadas, garantizando que tengan el control sobre cómo se utilizan sus datos.

    Para los usuarios, un banner de cookies correctamente configurado demuestra que una empresa respeta sus elecciones y es un indicador claro de su compromiso con las prácticas éticas en materia de datos. Además, los banners de cookies permiten a los usuarios personalizar su configuración de forma individualizada con cada una de las marcas con las que interactúan, lo que les permite compartir más datos con aquellas en las que más confían y conservar su privacidad en otros lugares. Este equilibrio fomenta una mayor confianza en las experiencias de los usuarios en la web.

    Más allá de tener el derecho a decidir, ¿los usuarios los leen y saben qué están aceptando?

    Los visitantes de un sitio web toman la decisión de “aceptar todo”, “denegar todo” o “personalizar” en función de la confianza y el interés que tengan en cada empresa. Además, está demostrado que los consentimientos contextuales aumentan las tasas de consentimiento porque los visitantes consideran que el  beneficio es mutuo, y si están más inclinados a comprar o a utilizar un producto o servicio.

    En la práctica, los usuarios tienden a aceptar las cookies de un sitio web si confían en esa empresa/marca y creen que hará un uso ético de sus datos, o si ven que las categorizaciones y explicaciones de los banners se describen de forma sencilla. Una buena práctica que animamos a las empresas a adoptar.

    ¿Por qué ha causado tanto revuelo el tweet de Elon Musk sobre su eliminación? ¿Cuál es su intención?

    Elon Musk es un hombre de negocios y lo más probable es que tenga algún interés en esta afirmación. Sin duda, para las empresas sería bastante cómodo retroceder en el tiempo y no tener que pedir permiso a los usuarios para hacer uso de sus datos, especialmente cuando se utilizan datos de terceros. Pero esto supondría negar a los visitantes del sitio web sus derechos sobre sus propios datos, y no es una práctica empresarial ética.

    Intenta convencer a la gente de que hay que eliminar los banners de cookies argumentando que son “molestos”. Sí, la experiencia del usuario podría mejorarse, y estamos trabajando en ello junto con el ecosistema tecnológico: habrá mejores soluciones. Pero no olvidemos que los banners son un “panel de control” de lo que ocurre con los datos personales de la gente. Los permisos y opciones que la gente proporciona en un banner de cookies permitirán o impedirán que sus datos se envíen a múltiples empresas de terceros y sean explotados.

    También hay que tener en cuenta la diferencia entre la legislación estadounidense y la europea sobre la protección de datos. Por ejemplo, en EE.UU. la mayoría de las empresas rastrean a los usuarios por defecto, y las personas tienen que elegir explícitamente no ser rastreadas, lo que difiere mucho de la UE, donde los usuarios tienen que elegir explícitamente ser rastreados, por lo que los visitantes del sitio web deben contar con un banner para expresar su elección. Así que su comentario sobre los banners de cookies debe situarse en su contexto.

    ¿Eso es posible en Europa? ¿Y en Estados Unidos? ¿En qué se diferencian ambas legislaciones?

    En la UE, es obligatorio obtener el consentimiento informado antes de colocar cualquier cookie de rastreo, por lo que el banner es lo que actualmente cumple ese requisito. Además, el consentimiento debe ser libre, específico, informado e inequívoco, y debe darse de forma voluntaria.

    En EE.UU., la legislación sobre privacidad no está unificada, pero en general se pueden colocar cookies sin consentimiento explícito. Los usuarios sólo tienen que tener la oportunidad de darse de baja. Por lo tanto, un banner no es técnicamente obligatorio en EE.UU., por el momento, pero sigue ofreciendo a las empresas la oportunidad de ser claras sobre lo que hacen con los datos de las personas, y ganarse la confianza de los consumidores.

    ¿Qué podría suponer su eliminación desde el punto de vista ético?

    Desde un punto de vista ético, eliminar los banners de cookies,o una alternativa viable a los mismos, significaría eliminar la capacidad del individuo para controlar sus datos personales. Del mismo modo que no querrías entregar tu información personal a un desconocido que te encuentras en el autobús sin tu consentimiento, eliminar los banners de cookies permitiría a las empresas compartir los datos de los usuarios con terceros sin su conocimiento o permiso explícitos.

    Sin cookies, las personas pierden la libertad de decidir qué datos comparten y con quién, lo que les dificultaría mantener el control sobre su información personal. Esto compromete la confianza y la transparencia, principios éticos clave en cualquier relación, incluida la que se establece entre consumidores y empresas

    Todos debemos entender que un banner de cookies no es más que la punta del iceberg. En realidad, lo que importa es lo que permite en el fondo, en relación con el flujo de datos de las personas entre diferentes empresas y redes.

    A día de hoy, ¿hay una alternativa a los banners de cookies para garantizar privacidad y transparencia?

    En primer lugar, consideramos necesario explicar algunos conceptos. Las cookies son sólo un tipo de tecnología de rastreo, pero existen muchas otras. Por tanto, “banners de consentimiento” es un término más preciso para describir banners que abarcan diferentes tipos de seguimiento. También es útil saber que los banners de consentimiento son sólo la interfaz, mientras que hay todo un sistema de gestión de los flujos de datos en segundo plano, que garantiza la privacidad de los datos y un uso transparente y ético de los mismos. El conjunto, tanto de la interfaz del banner como del sistema que hay detrás, se denomina «plataforma de gestión del consentimiento» (CMP, por sus siglas en inglés).

    A día de hoy, la única fuente totalmente fiable para obtener el consentimiento de un usuario, especialmente dentro de la UE y bajo la restricción del GDPR, es mediante el uso de un banner de consentimiento como parte de una Plataforma de Gestión del Consentimiento (CMP), recogiendo el consentimiento de forma transparente, el bloqueo de servicios no esenciales previo consentimiento, la señalización de las decisiones de consentimiento a terceros y el registro del consentimiento para los requisitos de auditoría.

    Hay nuevas tendencias, como los mecanismos universales de exclusión voluntaria y la señalización del navegador, que pueden ofrecer alternativas a los banners de consentimiento como forma de permitir a los visitantes del sitio web el derecho a elegir con quién quieren compartir sus datos y para qué. Esto puede mejorar la experiencia del usuario, pero es importante entender que las empresas seguirán necesitando un CMP para bloquear servicios no esenciales previo consentimiento, para señalar las decisiones de consentimiento a terceros y para registrar el consentimiento para los requisitos de auditoría, incluso si la recogida de consentimientos no se produce a través de un banner de consentimiento, sino dentro de algo como un plugin del navegador, por ejemplo.

    Estamos trabajando activamente para añadir a nuestros productos CMP estas distintas formas de recabar consentimientos con el fin de mejorar la experiencia del usuario sin descuidar los derechos de las personas sobre sus datos, y de innovar en el ámbito de la privacidad.

    Seguiremos Informando…

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