La Inteligencia Artificial está cada vez más presente en las redacciones, pero aún lo estará más conforme avancen sus aplicaciones y se popularice su uso. A pesar de su rápido desarrollo, la utilización de la conocida como IA aún genera ciertos reparos en las redacciones, especialmente la que es capaz de generar imágenes.
Según la encuesta realizada por la Asociación de la Prensa de Madrid para su informe anual, un 60% de los profesionales del periodismo cree la Inteligencia Artificial Generativa debería restringirse más. Asimismo, un 92% cree que favorece la desinformación.
Sin embargo, y pese a las reservas que despierta esta disciplina tecnológica, un 85% de los encuestados considera que tiene bastante futuro en periodismo y comunicación, y considera que se consolidará como una herramienta recurrente dentro de las redacciones y empresas.
Entendida como un recurso de apoyo a las labores del periodista, la IA sobre todo se está utilizando actualmente para la transcripción de audios y la traducción de textos. Fuentes del sector ya reconocen haberla implementado en su día a día, incluso para la redacción de textos de temáticas que no controlan.
Un complemento, pero nunca un sustituto
Pese a la amplia aceptación que la IA parece tener entre los profesionales del periodismo, hay quienes desconfían enormemente de ella. Algunas voces alertan de que su irrupción puede, a largo plazo, sustituir a los periodistas o comunicadores.
Una máxima que, según algunos expertos, carece totalmente de evidencias. En una entrevista reciente para la Cadena SER, Ramón Salaverría, catedrático de Periodismo por la Universidad de Navarra, aseguró que “la inteligencia artificial no viene a sustituir a los periodistas sino a complementar su trabajo”.
Otros expertos han subrayado en los últimos meses que la IA es más un complemento, pues la labor del periodista siempre será atenerse a los hechos. Y es ahí, precisamente, donde la IA no llega. “Es capaz de generar contenidos textuales, gráficos y sonoros, pero también puede inventarse muchas cosas. Y eso, en periodismo, no se puede permitir,” recalcó Salaverría.
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