La avalancha de descalificaciones contra Melody se ha intensificado tras su rueda de prensa de ayer y no faltan quienes ven una maniobra de los ‘estorninos’ del ‘josepablismo’ para salvar los achicharrados muebles de su Conducator.
Una campaña que avanza en paralelo con otra, de tinte político y apoyos vinculados a la cuota morada en RTVE, después de que el Consejo de Informativos haya tomado cartas en el asunto.
Incluso dentro de la Corporación pública se sigue estos días de forma minuciosa a algunos de los peones de la misma, que andan en modo acoso y derribo contra la cantante desde que la candidata española en Eurovisión recibiese un nefasto resultado.
Ya entonces, y en apenas veinticuatro horas, los mismos que contribuyeron a auparla a los pedestales -ahí están los elogios a su visita a Moncloa con recepción de Pedro Sánchez– se pusieron mano a la obra para tumbar a la candidata que, además, salió crítica con la Corporación. Melody pasó, verbigracia, de heroína a villana en apenas veinticuatro horas y a ese ejercicio ha contribuido parte de la corte digital de López.
Pero también sujetos vinculados a determinadas productoras beneficiarias de contratos de la Corporación, ‘mocatrices’, ‘todólogos’ habituales, paniaguados buscando un puesto al Sol que más calienta, etc., con el apoyo de espacios y programas de alguna otra cadena, pepera en según qué región (Murcia, qué hermosa eres) y cómplice de las maniobras del ‘josepablismo’ en la capital bajo la advocación de cierto megalómano modelo de Emidio Tucci del que habría mucha tela, más que la de sus trajes, que cortar.
Y toda esta siembra de humo -o, directamente, de mierda-, coincidiendo con un final de temporada con un balance demoledor para la Corporación pública, en la que sus dos grandes apuestas, La Revuelta y La familia de la tele, se han pegado el batacazo padre.
No olviden supervitaminarse y mineralizarse, que decía Super Ratón. Alguno lo va a necesitar a la vista de los datos.