“Ese búho me dijo que estaba haciendo un buen trabajo… hasta que intenté hablar en la vida real” con esa frase, durante una sesión ficticia de terapia grupal, arranca uno de los vídeos con los que Preply lanza su última campaña: El Mejor Dúo. La plataforma de aprendizaje de idiomas deja claro que, mientras Duolingo apuesta por la inteligencia artificial, ellos siguen creyendo en la enseñanza de verdad: el aprendizaje entre personas.
Pero ¿cuál fue el insight estratégico que impulsó la creación de esta campaña tan particular? Para responder a esta, y otras preguntas, conversamos con Sofía Tavares, Directora de Marketing y Marca en Preply. “El insight fue muy claro, cada vez que vemos grandes progresos en nuestra plataforma, encontramos un patrón en común: un tutor y un alumno que llevan tiempo aprendiendo juntos. Esa relación humana, basada en confianza y constancia, es lo que realmente marca la diferencia”, nos explicó.
¿Y por qué decidieron usar el humor y la sátira como tono principal? Tavares señala que la razón es porque el humor “es el lenguaje universal para desmontar mitos sin ser confrontativos. Solo un tutor puede adaptar la clase según cómo te sientas, tu estilo de aprendizaje y tus referencias culturales. Esa personalización, que incluye matices como la ironía y el doble sentido, solo se consigue con una interacción humana real”. Y así, detalla a los lectores de PRNoticias los pormenores de esta acción de marketing.
¿Qué métricas esperan impactar con esta campaña?
Uno de los principales objetivos es generar reconocimiento hacia nuestros tutores, que son el pilar de Preply. Queremos visibilizar su trabajo y la relación que construyen con los alumnos. Más allá de las métricas generales de rendimiento, nos interesa especialmente cómo se involucran los usuarios con la campaña. Por eso, uno de los focos está centrado en medir acciones concretas como la creación de plantillas, la cantidad de tutores mencionados o etiquetados en redes, y las referencias positivas hacia ellos en los contenidos generados por los propios alumnos.
¿Qué canales se priorizaron y por qué? ¿Cuál ha generado más retorno?
Priorizamos el PR y los medios como pieza clave para posicionar nuestra narrativa “pro-humana”. En paralelo, apostamos por Instagram y TikTok, donde ya existe una conversación activa sobre logros en el aprendizaje de idiomas. Allí, la plantilla “Etiqueta a tu dúo” ha sido la que más interacciones ha generado hasta ah ora.También reforzamos el blog de Preply y el SEO para contar historias más en detalle y atraer tráfico desde la búsqueda orgánica. Por otro lado, utilizamos email CRM para reactivar a alumnos inactivos, mostrándoles ejemplos reales de progreso. A día de hoy, el mayor pico de atención se dio en Instagram, con decenas de publicaciones orgánicas en las primeras 48 horas.
En un mercado saturado de IA, ¿cómo evitar que el posicionamiento “pro-humanos” se perciba como anti-IA?
Nuestro mensaje no es “no a la IA”, sino “IA + humanos, mejor”. En Preply utilizamos la inteligencia artificial para automatizar tareas mecánicas, como la planificación de clases o la sugerencia de ejercicios. Pero reservamos lo humano para lo que la IA aún no puede ofrecer: empatía, humor, motivación. La campaña refuerza precisamente esa convivencia, la IA puede ser una herramienta útil, pero el elemento humano sigue siendo indispensable en el aprendizaje.
¿Cómo adaptaron la campaña a diferentes mercados y culturas?
Partimos de una idea universal: el valor de la conexión humana. La narrativa original se desarrolló en inglés, pero no se tradujo literalmente. Apostamos por la transcreación, lo que nos permitió adaptar giros, referencias culturales e incluso el tono del humor a cada mercado. Gracias al trabajo de los equipos locales, conseguimos que la idea se mantuviera coherente y sonara igual de natural en Ciudad de México que en Berlín.
¿Qué papel jugó la escucha en redes para detectar la oportunidad de diferenciarse de Duolingo?
Meses antes del lanzamiento, analizamos las conversaciones en redes sobre apps de aprendizaje de idiomas. Detectamos dos patrones claros: por un lado, frustración por entender la teoría y bloquearse al hablar; y por otro, un creciente interés, aunque también dudas, ante el giro absoluto hacia la inteligencia artificial. Aunque ese enfoque generaba atención, no compartíamos la idea de eliminar por completo la figura del tutor humano. Para nosotros, el tutor no es un complemento, sino una pieza central e irremplazable. Es quien adapta la clase a cada persona, crea conexión emocional y construye confianza. Ese desajuste entre expectativas y experiencia real nos señaló una oportunidad clara, destacar la dupla tutor-alumno como la fórmula que realmente impulsa el aprendizaje.
¿Cómo gestionaron internamente el riesgo de confrontar a un competidor icónico?
Desde el inicio definimos un marco muy claro: adoptar una postura de “challenger”, sin caer en el ataque directo. Cada mensaje fue revisado junto al equipo legal para asegurar un tono ligero y respetuoso. También probamos los mensajes en grupos piloto y monitorizamos el sentimiento en tiempo real. El resultado fue una posición firme, pero cuidada, que refuerza nuestro valor diferencial sin dañar la percepción de marca. Al final, el objetivo es visibilizar el papel fundamental de nuestros tutores y poner en valor su impacto en el aprendizaje.
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