Hoy, 6 de octubre, millones de voces alrededor del mundo se unen para conmemorar el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, una jornada dedicada a aumentar la visibilidad, promover la inclusión y reivindicar los derechos y necesidades de las 18 millones de personas que viven con esta condición neurológica.
La Parálisis Cerebral (PC) es un conjunto de trastornos que afectan principalmente el movimiento y la postura, causados por una lesión en el cerebro en desarrollo. Aunque la lesión cerebral no es progresiva, sus manifestaciones y las necesidades de apoyo de la persona pueden evolucionar con el tiempo. Los síntomas varían ampliamente, incluyendo problemas de coordinación, equilibrio, rigidez muscular, y en algunos casos, dificultades en la comunicación y afectaciones sensoriales.
Especialistas destacan que la detección temprana y un abordaje interdisciplinario son fundamentales para que las personas con parálisis cerebral alcancen su máximo potencial de autonomía. “La clave está en la intervención integral y un entorno que favorezca la independencia”, señalan expertos, subrayando que la PC es una condición crónica que, con el apoyo adecuado, permite a cada individuo desarrollar sus capacidades.
Este abordaje integral incluye terapias de fisioterapia, logopedia y ocupacional, junto con el apoyo de dispositivos de asistencia y un entorno educativo y social accesible.
Reivindicaciones clave: “ya toca” una estrategia estatal
En diversas regiones, las entidades que representan al colectivo de Parálisis Cerebral han lanzado campañas bajo lemas como “Unique and United” (Únicos y Unidos) o “Ya Toca”, para hacer un llamado urgente a la acción gubernamental.
La campaña “Ya Toca” de Confederación ASPACE, por ejemplo, exige la implementación de una Estrategia Estatal para las personas con grandes necesidades de apoyo. Los colectivos recuerdan que los recursos adecuados, la inclusión plena y el reconocimiento de derechos no pueden seguir esperando.
Las demandas principales se centran en:
- Garantizar los recursos de apoyo necesarios para la vida diaria.
- Asegurar un país inclusivo donde todas las personas vivan con dignidad.
- Fomentar la visibilidad y la participación activa del colectivo en la sociedad.
El color verde, símbolo de crecimiento, esperanza y resiliencia, se convierte hoy en el distintivo de esta comunidad, que reafirma su fuerza colectiva y su determinación para construir un futuro más inclusivo y justo para todos.
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