Radio Televisión Española (RTVE) ha dado un nuevo paso en la consolidación de su imagen como baluarte de la izquierda mediática con el fichaje de la comunicadora Inés Hernand, quien presentará el nuevo formato de prime time Ordena tu vida.
La decisión, lejos de ser vista como una simple novedad de programación, ha reavivado las críticas sobre la presunta instrumentalización de la cadena pública para favorecer un evidente sesgo ideológico, colmando su plantilla de profesionales abiertamente alineados con la izquierda.
La trayectoria ascendente de Hernand en el ente público, desde Gen PlayZ hasta la copresentación del Benidorm Fest y otros proyectos como No sé de qué me hablas o el reciente La familia de la tele, culmina ahora con un programa de corte social, adaptación del formato internacional Sort Your Life Out.
Pese al carácter supuestamente blanco del contenido –ayudar a familias a reorganizar sus hogares–, el fichaje se lee en ciertos círculos como una nueva “alfombra roja” para los rostros “progresistas”.
Este movimiento de RTVE se suma a una tendencia criticada por sindicatos internos y plataformas de trabajadores, que denuncian un “rumbo ideológico” impuesto por la directiva, señalando la incorporación de periodistas y comunicadores como Javier Ruiz, Jesús Cintora, Silvia Intxaurrondo o Pepa Bueno, cuyas trayectorias son percibidas como cercanas a las tesis de la izquierda.
“La televisión pública se está convirtiendo en el altavoz de una única sensibilidad política”, critican fuentes internas, que lamentan la falta de pluralidad y el desequilibrio en las tertulias y programas de debate, donde —sostienen— el enemigo a batir siempre parece ser el mismo.
Se cuestiona si la selección de comunicadores por parte de RTVE se basa en el talento o en la afinidad ideológica, utilizando el dinero de todos los contribuyentes para crear una “parrilla militante”.
El caso de Inés Hernand, quien no ha ocultado sus posturas políticas en redes sociales y en otros espacios, y que incluso fue objeto de controversia por su tono y comentarios en la cobertura de los Premios Goya, es un nuevo ejemplo de cómo la cadena pública parece abrazar figuras que garantizan una línea editorial concreta.
La apuesta por estos perfiles de marcada inclinación política levanta la pregunta de si RTVE está cumpliendo con su mandato de neutralidad y pluralidad informativa. La nueva parrilla de RTVE, lejos de buscar el consenso, parece confirmar su decisión de ser un medio alineado.
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