LA POLÍTICA SE SITÚA POR PRIMERA VEZ COMO LA PRINCIPAL PREOCUPACIÓN NACIONAL, SEGÚN EL ESTUDIO “SENSOR”

La desinformación y la fatiga informativa desafían a la comunicación pública y mediática

LOS MENSAJES INSTITUCIONALES Y MEDIÁTICOS SE ENFRENTAN A UNA AUDIENCIA FATIGADA, DESCONFIADA Y EMOCIONALMENTE SELECTIVA

Ocho de cada diez españoles se declaran muy preocupados por el aumento de las noticias falsas, y tres de cada cuatro consideran que las fake news suponen una amenaza real para la democracia.

Publicidad
Cargando…
Publicidad no disponible

España atraviesa una etapa de aparente serenidad emocional, pero de profunda inquietud comunicativa. Así lo revela la última ola del estudio Sensor, elaborado por Havas Media Network y The Cocktail Analysis, que dibuja una sociedad más tranquila en lo personal, pero más escéptica ante los mensajes que recibe. La confianza en los medios se erosiona, el consumo informativo se fragmenta y la prudencia —emocional, económica y comunicativa— se impone como signo de los tiempos.

El informe, basado en más de 4.000 entrevistas, muestra un dato preocupante: ocho de cada diez españoles se declaran muy preocupados por el aumento de las noticias falsas, y tres de cada cuatro consideran que las fake news suponen una amenaza real para la democracia. La desconfianza se concentra en las redes sociales (88%) y la prensa online (61%), mientras que la radio y los periódicos tradicionales resurgen como espacios de credibilidad.

En términos de comunicación, esta brecha de confianza marca un cambio de paradigma. La ciudadanía no solo cuestiona lo que oye, sino también quién lo dice y con qué intención. Los españoles parecen haber desarrollado una “prudencia informativa”: consumen con distancia, contrastan con más frecuencia y penalizan los discursos polarizados.

El contexto político y mediático no ayuda. La política se sitúa por primera vez como la principal preocupación nacional, por encima de la economía. Este desplazamiento del foco alimenta un clima de saturación comunicativa, donde los mensajes institucionales y mediáticos se enfrentan a una audiencia fatigada, desconfiada y emocionalmente selectiva.

Así, la conclusión general de este estudio es que la tranquilidad no significa confianza. Aunque el ánimo general mejora —la tranquilidad crece seis puntos respecto al año pasado y las emociones positivas superan por 21 puntos a las negativas—, el vínculo entre medios y ciudadanía sigue debilitándose.

Para los profesionales de la comunicación, este escenario exige una respuesta clara. Los dircom y los responsables de comunicación corporativa e institucional están llamados a convertirse en garantes de la confianza pública, no solo de la reputación de sus organizaciones. Su papel ya no se limita a gestionar mensajes, sino a reconstruir puentes entre instituciones, medios y ciudadanía mediante la transparencia, la coherencia y la empatía.

Seguiremos Comunicando…

Publicidad
Cargando…
Publicidad no disponible
Publicidad
Cargando…
Publicidad no disponible
Salir de la versión móvil