En apenas una década, el Black Friday ha pasado de ser una campaña comercial importada a convertirse en uno de los fenómenos de consumo más influyentes del calendario económico español. Lo que comenzó como una jornada de descuentos focalizada en electrónica y grandes superficies es hoy un periodo prolongado de rebajas que adelanta parte del gasto navideño y condiciona la planificación financiera de millones de hogares.
En este escenario, según la encuesta realizada cada año por el comparador financiero Banqmi, la popularidad del Black Friday no solo se mantiene, sino que se afianza ya como la gran cita del consumo en España: el 71,40% de los ciudadanos afirma que comprará algo este 2025 durante el ‘viernes negro’, que se celebra el próximo 28 de noviembre. Además, el presupuesto medio por persona sube un 7,52% en tan solo un año, hasta situarse en los 142,75 euros, el más alto de toda la serie histórica, impulsado tanto por la inflación acumulada como por la voluntad de aprovechar ofertas en un entorno de encarecimiento.
“El Black Friday se está consolidando claramente como la principal fecha de consumo del año. El crecimiento año a año es lento, pero su aceptación y la tasa de repetición son muy elevadas. Aunque moda y electrónica siguen liderando, cada año se diversifica más el tipo de productos comprados. Y el poder adelantar compras de Navidad influye mucho en su éxito”, asegura Antonio Gallardo, experto financiero de Banqmi, que añade que el aumento del presupuesto medio per cápita se debe “por un lado a que la inflación hace que los precios de los productos sean más altos que otros años y, por otro lado, esa misma subida empuja a buscar más ofertas para compensar el encarecimiento”.
El objetivo principal sigue siendo ahorrar en las compras de Navidad
El adelanto de las compras navideñas se confirma un año más como la motivación principal para comprar en el Black Friday. La encuesta del comparador financiero Banqmi muestra que el 50,70% de los consumidores utiliza este día para reducir el gasto que les espera en diciembre. La variedad de productos, la extensión del periodo promocional y la percepción de que las ofertas permiten amortiguar la subida de precios hacen que cada vez más hogares planifiquen regalos, compras familiares y tecnología para estas fechas.
En palabras de Antonio Gallardo: “Adelantar las compras de Navidad influye muchísimo en el éxito del Black Friday. Para muchos hogares supone la oportunidad de repartir el gasto, aliviar el presupuesto de diciembre y aprovechar descuentos que consideran razonables, aunque no sean espectaculares”. Este comportamiento, explica el experto financiero de Banqmi, no solo responde a una estrategia de ahorro, sino también a una búsqueda de estabilidad financiera: “En un contexto de precios altos, las familias intentan anticiparse para evitar picos de gasto fuertes en diciembre. Aprovechar el Black Friday es, para muchas, una forma de equilibrar el presupuesto de final del año”.
Por su parte, entre los encuestados por el comparador financiero que dicen que no van a comprar nada durante el próximo ‘viernes negro’ (un 28,6%), el 32% aseguran que el motivo es porque no creen que las ofertas sean reales y otro 14,5% considera insuficiente el descuento. “Los consumidores son cada vez más realistas y utilizan herramientas como price trackers. Saben que hay ahorro, pero no creen en grandes chollos”, asegura Gallardo.
Eso sí, la impulsividad juega en muchos casos un papel fundamental. “Hay mucha gente que, aunque no lo haya planificado, termina comprado algo”, agrega el experto financiero de Banqmi. Incluso un 28,10% de las personas que aseguran que sí comprarán algo este Black Friday son conscientes de que lo harán porque mirarán “y seguro que cae algo”. No obstante, Gallardo explica los peligros de comprar sin planear: “Gastar más de lo previsto, comprar productos innecesarios y recurrir a financiación como tarjetas de crédito nos puede llevar a un sobregasto, que es el principal riesgo”.
Cada vez más españoles financiará sus compras con tarjeta de crédito
Y es que el recurso a la financiación se consolida como una tendencia creciente en el Black Friday. Este año, el 31,6% de los españoles pagará sus compras con tarjeta de crédito, lo que supone un incremento de hasta 3 puntos porcentuales respecto al año anterior. Además, un 8,1% recurrirá a métodos de financiación alternativos (+ 1,30 puntos), como el pago fraccionado en tres o seis meses, los créditos instantáneos ofrecidos por las propias plataformas de comercio o los sistemas ‘compra ahora, paga después’ integrados en pasarelas digitales.
Este crecimiento evidencia una realidad: el Black Friday se ha convertido en una fecha de alto impacto en el presupuesto familiar, especialmente en un contexto de precios elevados. La facilidad para aplazar pagos, la presión por aprovechar las ofertas y la poca planificación hacen que cada vez más consumidores opten por financiar, incluso cuando no existe una necesidad inmediata.
Según Antonio Gallardo, experto financiero de Banqmi, este comportamiento requiere cautela: “La financiación rápida se percibe como cómoda, pero puede convertirse en un riesgo si acumulamos pagos de diferentes compras. Muchos hogares llegan a diciembre con varios cargos aplazados y esto limita la capacidad para afrontar el gasto navideño o las facturas del comienzo de año”. El experto recuerda que, en un contexto de tipos de interés estables, pero todavía elevados, las tarjetas de crédito siguen siendo uno de los métodos más caros de financiación, especialmente cuando no se liquida el total mes a mes.
En este sentido, entre los españoles que financiarán sus compras con tarjeta, hasta el 53,80% afirma que para liquidar la deuda pagará una cuota fija al mes, la opción más peligrosa y de mayor riesgo para el consumidor. “El pago de una cuota fija mensual implica que el capital pendiente se reduce muy lentamente, especialmente si la cuota es baja, y los intereses —que suelen ser elevados— hacen que la deuda se prolongue en el tiempo”, afirma Gallardo. El uso de este método se ha incrementado 1,1 puntos desde 2024 y no deja de crecer.
También sube la opción de fraccionar las compras durante un número fijo de meses, que permite pagar un producto en tres, seis o doce meses y suele mostrar un coste aparentemente reducido, lo que genera una sensación de accesibilidad. “El riesgo no es fraccionar una compra, sino fraccionar cinco. Cada cuota individual parece pequeña, pero en conjunto pueden suponer un problema para el mes siguiente”, agrega el experto financiero de Banqmi. Y, lo único que baja este año es la opción de aplazar el pago unos días, pero pagar la totalidad a final de mes, la más recomendada.
Sube la demanda de todos los productos, excepto el cine y la música
El análisis por categorías realizado por el comparador financiero Banqmi muestra que casi todos los segmentos de consumo incrementan su peso en el Black Friday, tanto en intención de compra como en gasto medio. Sectores como moda, electrónica, deporte o productos para el hogar vuelven a concentrar la mayor parte del interés. Incluso categorías tradicionalmente moderadas, como juegos, menaje o libros, experimentan crecimientos importantes. Esto responde, según Gallardo, a que el Black Friday “se ha transformado en un periodo en el que prácticamente todo está disponible con rebajas, lo que anima a comprar productos que hace años no se asociaban a esta campaña”.
La excepción es clara: cine, música y cultura, que vuelven a descender. Las compras físicas en este sector caen por la digitalización del ocio y por el poco margen promocional. “La cultura es un segmento que ha migrado al digital, y los consumidores perciben que los precios cambian poco. En un contexto de búsqueda de ahorro, se priorizan categorías donde el descuento es visible”, analiza el experto del comparador financiero Banqmi.
Los jóvenes financian más y los adultos compran más volumen
El estudio muestra diferencias claras según la edad del consumidor y el tipo de compra que realizan. El segmento de 25 a 35 años, que representa el 19,90% de los compradores, es el grupo que más recurre a la financiación. Su uso de tarjetas de crédito, fraccionamientos y métodos de pago aplazado es el más elevado, en parte por la facilidad de acceso a estos sistemas en plataformas digitales. Además, su gasto se orienta especialmente a moda, tecnología personal, gaming y categorías impulsivas, lo que refuerza la tendencia a financiar compras puntuales. Tal como explica Antonio Gallardo, “los jóvenes son los que más utilizan financiación porque tienen acceso a tarjeta, hábitos de compra menos restrictivos y una mayor exposición a las ofertas digitales”.
Por su parte, el grupo de 36 a 45 años es el que presenta la mayor tasa de compra, con un 28,60% del total, consolidándose como el perfil que más volumen adquiere durante el Black Friday. Son consumidores con mayor capacidad económica, en pleno ciclo de consolidación familiar, y orientan sus compras a productos de mayor valor, como electrodomésticos, tecnología del hogar, equipamiento deportivo o artículos infantiles. Aunque planifican más que los jóvenes, siguen siendo muy sensibles a descuentos amplios.
En cuanto al segmento de 46 a 65 años, el porcentaje de compradores continúa creciendo de forma moderada (este año representan al 19,90% del total), pero el comportamiento es más prudente: buscan más, comparan más y concentran sus compras en necesidades específicas. Son el grupo donde más peso tiene la percepción de que las ofertas no son tan buenas, aunque su participación en la campaña aumenta de manera sostenida cada año.
A ello se suma que los hombres compran cada vez más durante el Black Friday. Este año ya representan el 43,9% del total de compradores, un crecimiento significativo que reduce la brecha histórica entre géneros. Según Gallardo, esta evolución se explica por la ampliación del surtido de productos, especialmente en tecnología, deporte y electrónica: “La variedad del catálogo empuja a que la brecha se reduzca. La mujer sigue comprando más por asumir buena parte de las compras del hogar, pero la diferencia se irá estrechando poco a poco”.
Con todo esto, este estudio confirma que el Black Friday es ya la fecha de consumo más relevante del año en España, marcada por un aumento de compradores, mayor presupuesto y un uso creciente de financiación. Sin embargo, la falta de planificación previa continúa siendo uno de los principales desafíos para la salud financiera de los hogares.
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