Los médicos de la sanidad pública en España han llevado a las últimas consecuencias la convocatoria de una huelga general entre los días 9 y 12 de diciembre de 2025. Es su manera de protestar contra el borrador del Estatuto Marco del Personal Estatutario del Sistema Nacional de Salud, impulsado por el Ministerio de Sanidad y la ministra Mónica García. Los sindicatos convocantes —Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) junto con sindicatos autonómicos como Sindicato Médico Andaluz (SMA) y otros representantes regionales— denuncian que el texto equipara a los médicos con técnicos, enfermeras y celadores, sin reconocer la formación, responsabilidad y especificidad de la profesión.
Los facultativos exigen un estatuto propio, con una clasificación profesional específica que refleje su cualificación y responsabilidades. Consideran que las condiciones planteadas en el borrador actual provocan inestabilidad laboral, jornadas excesivas, escasa valoración de las guardias y una retribución insuficiente, así como falta de incentivos para cubrir plazas en zonas rurales o deficitarias.
Los sindicatos reivindican que el malestar viene de lejos. Afirman que la profesión lleva años viendo recortados sus derechos mientras aumentaban sus obligaciones, sin que existiera una regulación adecuada, ni una negociación real del estatuto que regule sus condiciones laborales.
Al rechazar el borrador, los médicos subrayan que no se trata solo de una protesta puntual, sino de una demanda de dignidad profesional y de un sistema sanitario público sostenible: creen que sin condiciones laborales razonables no es posible garantizar una atención de calidad para la población.
Hartazgo entre los médicos
Cuatro días de huelga, en los que los servicios funcionarán con una plantilla similar a la que los pacientes encuentran los fines de semana. Situación a la que se ha llegado después de un sinfín de protestas en las que exigen:
- Condiciones laborales dignas: los médicos denuncian jornadas excesivas, guardias intensas, falta de descanso y precariedad en la compensación por horas extras y guardias, lo que, denuncian, conduce al agotamiento y la renuncia de muchos profesionales. Por ejemplo, un cirujano declaró recientemente que en seis días acumuló 72 horas de guardia y otras 48 horas de disponibilidad, aunque solo se le contabilizaron 21 de trabajo efectivo.
- Reconocimiento profesional adecuado: rechazan ser incluidos en un estatuto común con otros colectivos técnicos y piden un estatus diferenciado que refleje su formación, su carga de responsabilidad y la complejidad de su labor.
- Garantía de calidad asistencial y estabilidad del sistema sanitario público: argumentan que la precariedad laboral y la sobrecarga evita atraer y retener a profesionales, lo que amenaza la capacidad del sistema para ofrecer atención de calidad, sobre todo en zonas rurales o menos atractivas.
- Diálogo efectivo y negociación real: los sindicatos denuncian que las negociaciones con el Ministerio han sido insuficientes o meramente simbólicas, sin intención real de adoptar mejoras sustanciales.
Ultimátum
Aunque los sindicatos insisten en que los servicios esenciales se mantendrán, el paro afectará a numerosas consultas programadas, cirugías no urgentes y actividades rutinarias en hospitales y centros de salud. En protestas anteriores, como la del 13 de junio de 2025, hubo numerosas cancelaciones de citas y procedimientos en distintas comunidades, lo que provocó molestias y retrasos para muchos usuarios.
Las autoridades sanitarias han aprobado servicios mínimos, especialmente en urgencias y atención crítica, para asegurar que los pacientes cuya salud esté en riesgo puedan ser atendidos, aunque los sindicatos alertan de que la saturación y el agotamiento del personal pueden repercutir en la calidad asistencial.
Además, esta movilización señala una crisis estructural del sistema: la falta de incentivos, la fuga de profesionales, el envejecimiento de plantillas y las deficiencias en la atención primaria son problemas que podrían agravarse si no se reconocen los derechos del colectivo. Para muchos médicos, esta huelga representa un “toque de atención” urgente.
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