El último examen del año para la radio española ha dejado escenarios muy diferentes en las distintas emisoras troncales del país. Mientras que Onda Cero y la Cadena SER continúan avanzando y disfrutando de unos números que no parecen tocar techo, COPE y RNE intentan reponerse del varapalo que supone la falta de respaldo de la audiencia.
La crisis de RNE se ha convertido algo estructural que va más allá de un proyecto o en una solución a corto plazo. La emisora nacional hace tiempo que se despidió de poder presumir de contar con el respaldo de un millón de oyentes, cerrando el año con 945.000. Es más, durante todo este año 2025 ha tenido que ver como la emisora catalana RAC 1 la ha superado relegándola al quinto puesto de las emisoras referentes del país.
El caso de COPE es diferente. La crisis que sufre puede considerarse como puntual, derivada de una apuesta que no ha acabado de calar entre sus oyentes menos fieles. Comunicadores como Carlos Herrera ha declarado en no pocas ocasiones que no confía en el actual sistema de medición -EGM- y que sus resultados no dejan de ser cíclicos.
Onda Cero y Cadena Ser disfrutan de sus máximos
Sin embargo, los números demuestran como Onda Cero y la Cadena Ser han absorbido los oyentes que se han desconectado de COPE. En el pasado EGM, la emisora de los obispos perdió a 268.000 oyentes, mientras que tanto la emisora de Atresmedia, como la de Prisa lograron prolongar su buena racha sumando entre ambas 293.000 oyentes nuevos.
Mientras que La Ser tiene cada vez más cerca alcanzar la barrera histórica de los cinco millones de oyentes, Onda Cero celebra su mejor momento, con 2.283.000. Ambas despiden un año histórico eclipsando a su mayor rival.
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