El cáncer se asoma a través de una viñeta

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Acercar el drama del cáncer y dar a conocer cómo estos pacientes y sus familias se enfrentan a esta noticia es la misión de unos cómics editados la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria (SESPM).

Se trata de cuatro historias en las que el papel de la familia cobra una especial tancia de cara a la lucha contra la enfermedad. 
 

En ‘Un día como hoy (el cáncer de mama entró en casa)', se presentan la historia de dos mujeres, una joven, casada con un marido ausente y con una hija adolescente, y otra con 70 años que debe someterse a una mastectomía radical debido a un tumor infiltrante.

Eduard Farran y Álvaro Pastor han sido los encargados de los grafismos que han contado con la ayuda del doctor Vázquez para conseguir dotar a la historia del máxo rigor científico posible. ‘Habíamos visto que existen un buen número de maneras de informar a las pacientes, libros, historias en prera persona, y algunas más didácticas con gráficos y dibujos ilustrativos…', explica Vázquez.

La farmacéutica Pfizer ha editado estos cómics que se han distribuido a todas las asociaciones de pacientes con cáncer de mama. Quizá con el tiempo podamos ver el cómic convertido en una producción para televisión.

Para los más pequeños el Hospital Regional de Málaga edita Salustiano y Sireno, dos personajes antagonistas que ayudarán a Tina y Cany a recorrer el duro camino de la radioterapia convirtiendo en personajes todos los aparatos que intervienen en el tratamiento de los niños enfermos de cáncer.

Los encargados de este cómic infantil son un técnico de radioterapia y dos profesionales de enfermería de Oncología Radioterápica, José Manuel Peña Gómez, Juan Carlos Florido Martín y Encarnación Martín Sánchez, respectivamente. Se editarán 100 ejemplares que se repartirán en el hospital aunque varias asociaciones ya se han interesado la iniciativa.

Además de las tiras de ágenes, el libro incluye un pasatiempo, un recortable, trucos de magia y dibujos para colorear si hay que matar el tiempo en la sala de espera mientras llega su turno de tratamiento. En la parte final, en una especie de cuaderno de notas, los niños también podrán dibujar sus propias viñetas o escribir sus vivencias.

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