El fabricante Mazda ha desarrollado una tecnología de reciclaje que mejora el proceso de transformación de los paragolpes de vehículos de desguace en resina de plástico en bruto apta para su reutilización.
Esta nueva tecnología es la prera que permite reciclar al mismo tiempo parachoques usados de distintos fabricantes. Además, incora un proceso automático de elinación de los componentes metálicos que mejora sustancialmente la eficacia de reciclaje.
Y es que la marca Mazda fue pionera en el reciclado cuando empezó a procesar los paragolpes usados de los vehículos que, al final de su vida útil, recogía su red de concesionarios de Japón. La nueva tecnología permite reciclar parachoques de cualquier tipo y marca, lo cual elina la necesidad de disponer de sistemas de recogida independientes de cada fabricante. Igualmente, combina todos los pasos del reciclaje, desde la trituración de los parachoques usados hasta la producción de materias pras recicladas, en un único proceso automatizado.
Hasta ahora los materiales no deseados, ejemplo los elementos metálicos, debían desmontarse a mano antes de proceder a la inspección visual de los paragolpes. Estos dos procesos eran además un obstáculo para incrementar la eficacia. Mazda solventó esta dificultad desarrollando tecnologías de automatización de los procesos, en colaboración con Satake Coration, una empresa de Hirosha (Japón). Una vez que las piezas se trituran, una máquina silar a las que se emplean para separar contaminantes del cereal en grano retira los trozos metálicos; para ello, agita los gránulos y hace circular una corriente de aire a presión a través de ellos. De este modo aumenta la eficiencia de forma notable.
La nueva tecnología de Mazda resuelve también otra litación de los métodos anteriores: la composición de los plásticos de polipropileno y las propiedades adhesivas de la pintura varían considerablemente en función de la edad del vehículo y del fabricante. En los sistemas anteriores, esta variación obligaba a tratar separado los distintos tipos de paragolpes, mientras que la nueva tecnología permite su reciclado sultáneo.
El nuevo proceso emplea una máquina amasadora silar a las empleadas para procesar alentos o productos químicos como caucho y plásticos. La máquina permite igualmente elinar de manera muy efectiva los restos de pintura, con total independencia de la composición del plástico o las propiedades de la pintura, y sin necesidad de calentar el plástico.