¡MADRE MÍA!

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¿Quién no se ha referido a su madre cada vez que el mundo se ha caído a sus pies? ¿Quién no recuerda a su madre cuando la vida le enfrenta a su contradicción? Con este verso de Machín, que muchos de ustedes recordarán, inauguro un espacio pequeño para recordar qué significa una madre para una persona. En la grandiosidad del término, podría decir que es lo máxo que un ser humano tiene desde la más temprana edad hasta su ancianidad. Las madres no tienen edad que sus hijos son hijos siempre.

"Madrecita del alma querida,
en mi pecho yo llevo una flor,
no te te el color que ella tenga,
que al fin tú eres madre una flor.
Tu cariño es mi bien, madrecita,
en mi vida tú has sido y serás,
el refugio de todas mis
penas,
y la cuna de amor y verdad."

Y con ellas la vida sigue en un momento en la que España se apunta a la carrera de los cinco millones de parados. En un instante en donde podemos entender que las motos colapsan las carreteras yendo todas a Jerez, en una semana en donde el fino y la manzanilla se ha agotado en la Sevilla en donde se cuece de menos tristeza. Entre baile y baile, se celebra en esta España nuestra todo a la vez. Las fiestas del dos de mayo, la feria de abril, Nadal y sus pelotas, las motos allí abajo, el uno de mayo, y todo, si usted lo agita, hace que este país sea singular. A pesar de la crisis, de las penas, de las hipotecas pagadas, siempre hay tiempo para vivir.

Mientras tanto, Pachi, el nuevo en la plaza, va a protagonizar un día histórico. Se va fin de Ajuria Enea el peeneunve y con ellos, el hombre que solamente tenía orejas pero no oídos. Arancha Quiroga, la mujer que nunca ha conocido un preservativo, tendrá el honor de presidir tal acto. Y además, están en marcha las elecciones europeas. En tan solamente siete semanas, tendremos frases como la de la "niña" de Rajoy, esta vez llamada "falsos amaneceres" ¡anda que Mariano se sale!, o la "recesión que ya ha tocado fondo" que cuenta ese que se llama José Luis. En otro orden de cosas el puño en alto y la internacional y al fondo, millones de personas llamadas trabajadoras, que son las que sostienen un país que solamente piensa en divertirse. Banderas y banderolas hablan de lo mal que lo pasa un lado del país frente a la diversión del otro lado de sujetos que viven, viven, viven…Celestino se pasea Rumanía a ver si aceptan a todos los que llegaron aquí alguna vez. En "il retorno" que se augura próxo y Elena Salgado, la mujer que se va a quedar en cuando vea cuál es el pastel de Solbes, se estrena en Europa.

Se ha marchado Bruni y las revistas del corazón han batido records de venta. "Que si el culo de la una, o la cadera de la otra…" en fin, país, decía Borges. Ahora, otro presi, el hombre que ofreció sus villas a los que todo perdieron con el terremoto, Papito Silvio, así llamado la joven de 20 años, es plantado pero sin raíces su esposa, "la cornuta di turno". Berlusconi, si se pierden… En fin, Nadal ganó otra vez, y si todo eso lo ve usted, se dará cuenta que a pesar de las advertencias de la OMS, a pesar de vivir un momento en el que uno se cuestiona qué va a pasar en este planeta, convivos en el mismo espacio con la gripe cina, ahora llamada de forma eufemística A que hasta la Z tendremos tiempo de organizar otras tantas. Y del cerdo nos comemos hasta los andares en este santo país, lo de más es que el Barça ganará la liga si nadie lo remedia, que el pesoe deja compuesta y sin novio a Esperanza, en el día de Madrí, y Lydia Bosch la mujer que se casó como en un cuento de hadas, se enfrenta a un asunto que no es baladí una menor, que da la casualidad que es su hija, el padrastro de ella, me siguen… ¿Se acuerdan ustedes de Falcon Crest? Pues lo van a reponer y yo creo que con la ensalada de acontecientos y de personajes, tienen más que de sobra. La Channing se queda en un juicio de faltas al lado de todos estos.

¡Ay madre! ¿Cómo acababa la canción?:

"Aunque amores yo tenga en la vida,
que me llenen de felicidad,
como el tuyo jamás, madre mía,
como el tuyo no habré de encontrar.
Madrecita del alma querida,
en mi pecho yo llevo una flor,
no te te el color que ella tenga,
que al fin tú eres madre una flor"

Ana de Luis Otero

Periodista

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