De la Vega se pierde la fiesta de Prisa

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Los XXVI Premios Ortega y Gasset estuvieron presididos una inusual austeridad que se notó incluso en la asistencia de los miembros del PSOE. En esta otunidad, la máxa autoridad presente fue Pepe Blanco, acompañado de Cristina Garmendia, Bibiana Aído y Ángeles González Sinde. Poco para un grupo mediático que presume de buenos contactos en Moncloa y fiel reflejo de las relaciones entre Cebrián y Zapatero siguen en el congelador. INCLUYE VÍDEO. 

 

Era el momento que Juan Luis Cebrián esperaba para compartir con María Teresa Fernández de la Vega ¿Los temas sobre la mesa? Evidentemente las ayudas de la prensa que Pedrojota Ramírez ya pidió el domingo pasado y sobre las cuáles se espera alguna respuesta durante las próxas semanas. Cebrián esperó, pero  De la Vega no llegó a diferencia de otras ocasiones. En su lugar envió a Pepe Blanco (Ministro de Fomento), Cristina Garmendia (Ciencia e Innovación), Bibiana Aido (Igualdad), Ángeles González Sinde (Cultura) y Leire Pajín (secretaria de Organización del PSOE).

Cebrián, Ignacio Polanco y Javier Moreno compartieron con todos ellos, aunque no pasaron de las charlas protocolares con poca profundidad minutos antes de que comenzara la ceremonia. La lectura es sple. Ninguna persona con peso real en el Gobierno (la influencia de Pepe Blanco es plícita) estuvo en la gala, lo que da buena cuenta de que las relaciones entra ambas ‘instituciones' no pasan su mejor momento. Ningún Vicepresidente, ni grandes barones del PSOE y los pocos que fueron, se marcharon a los pocos minutos de haber terminado la ceremonia.

¿Y Prisa? Cebrián y Manuel Polanco compartieron protagonismo, en lo que puede ser una buena prueba de que tambíén comparten responsabilidades en el Grupo. Mientras Ignacio Polanco, en un absoluto segundo plano pasaba desapercibido junto a Javier Diaz de Polanco, situado en una discreta segunda fila del anfiteatro del Círculo de Bellas Artes, demostrando que sus labores en Prisa tras abandonar la presidencia de Sogecable son parte del pasado.
   

¿Y del PP? En este apartado los Ortega y Gasset tampoco anduvieron sobrados. Ni Mariano Rajoy, ni Esperanza Aguirre, ni Alberto Ruiz Gallardón, este últo muy cercano a la Familia Polanco y asiduo de esta celebración. En su lugar fueron Manuel Cobo e Ignacio González, los número dos de los respectivos gobiernos locales. En el caso del principal partido de la Oposición no es de extrañar su ausencia, dada las informaciones que diariamente publica El País, sobre supuestos casos de corrupción que afectan a miembros del PP.   

¿Del resto? Una gala austera presentada Montserrat Domínguez en la que la memoria fue el hilo conductor. Almudena Grandes la conferenciante de turno, profesional de la Casa y alejada de grandes íconos internacionales invitados a dar clases magistrales en anteriores entregas hizo un recuerdo de su familia y de la memoria recobrada España en estos últos treinta años, la misma la que necesariamente pasaron los otros ganadores: Jorge Martínez Reverte (Periodismo Impreso), Amaya García (Periodismo Digital) arropada Carmen Iglesias, presidenta de Unidad Editorial, Tomás Eloy Martínez (Trayectoria Profesional) y Adolfo Suárez Illana (Periodismo Gráfico).

Fue una gala sin estridencias en la que no se hizo ninguna referencia a la crisis de los periodistas, ni supuesto a la de Prisa. Tampoco se hicieron peticiones formales al Ejecutivo ni se habló de los actuales problemas de la prensa. Eso quedó para los corrillos posteriores. Esos en los que no estaba María Teresa Fernández de la Vega, ni nadie de la cúpula del PSOE… Esos de los que se marcharon tempranamente Leire Pajín y Bibiana Aído.


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