El acto de hoy ha venido precedido otro sbólico de silares características realizado ante la comunidad indígena y en medio de los festejos que conmemoran el bicentenario de la independencia de España.
De forma paralela a la toma de posesión como dirigente ecuatoriano, Correa asumirá hoy la presidencia temal de la Unión Suramericana de Naciones (UNASUR).
En Quito se han dado cita más de veinte mandatarios e invitados especiales, entre ellos el Príncipe Felipe, que acude en representación de España.
Correa, aliado regional de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, es un economista de 46 años que ostenta la más alta magistratura del Estado desde enero de 2008.
En abril de este año fue reelegido con los votos del 51,9% de los electores ecuatorianos y podrá optar a un tercer mandato en 2013, tal y como recoge la nueva Constitución pulsada él y su moviento Alianza PAIS.
Desde su elección en abril, su popularidad ha bajado ligeramente. Según diversas encuestas de opinión publicadas en mayo, su credibilidad ronda el 40%, su gestión el 60% y su agen el 65%. Estas cifras son sensiblemente superiores a las cosechadas sus antecesores en el cargo Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez, los cuales aguantaron poco en el poder.
En los últos tiempos, Correa ha advertido de su propósito de ahondar en las reformas, que conceptúa con la denominación de ‘Socialismo del siglo XXI’. ‘Radicalizaremos la revolución ciudadana en muchos aspectos, en la defensa de los derechos de los trabajadores, en la defensa de las tierras para los campesinos, el acceso de los trabajadores a los medios de producción, el desarrollo de la economía popular. Hay que profundizar la revolución en cuanto a educación y salud’, han sido sus palabras.