VACUNAS, EN DEFENSA DE LOS NIÑOS

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El pediatra Carlos González en su libro “En defensa de las vacunas” desmonta con su habitual ironía, los argumentos de quienes están en contra de las vacunas, y ana a los padres a no dejarse engañar  y a seguir protegiendo la salud de sus hijos. La vacunación, afirma, es una de las prácticas médicas que más sufriento, dolor y muerte han evitado. La historia de las vacunas es la historia de la lucha contra enfermedades que durante siglos se han cobrado un terrible tributo en vidas humanas. Algunas, como la viruela, han sido vencidas y ya no es necesario vacunar contra ellas. Pero otras todavía acechan, y varios países industrializados han sufrido brotes y epidemias de sarampión, difteria o tos ferina cuando el número de niños no inmunizados aumentó, debido a la propaganda antivacunas.

 

El pediatra Carlos González intenta proteger la salud de los más pequeños con argumentos demoledores. Las vacunas (excepto la del tétanos), dice el experto, tienen la capacidad de proteger no solo a los individuos vacunados, sino también a la población en su conjunto. Si en un país disminuyen a la mitad los casos de sarampión, tendrás la mitad de posibilidades de contagiarte; si no hay ningún caso de sarampión, tu riesgo es cero, aunque no estés vacunado. Por eso es muy tante mantener unos niveles muy altos de cobertura vacunal (es decir, un centaje muy alto de población vacunada); sólo así podemos proteger a aquellas personas que no se pueden vacunar que tienen una enfermedad que lo contraindica, o a aquellas en las que la vacuna no resulta eficaz algún motivo (pocas cosas en el mundo son eficaces en el 100% de los casos). Cuando el centaje de niños no vacunados aumenta, llega un momento en que los brotes epidémicos son de nuevo posibles, y entonces no están en peligro solo los que no se quisieron (bueno, que sus padres no quisieron) vacunar, sino también los que no pudieron vacunarse. Seguro.

 

Doctor Bartolomé Beltrán.

 

 

 

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