La fontanería de Paco

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Lleva mi mujer unas cuantas semanas diciéndome que tengo que arreglar la cisterna, que en cuanto te descuidas empieza a perder agua y hace un ruido insotable. Cuando esto ocurre tienes que ir y tirar de la cadena (bueno ya no hay cadenas, pero seguos llamándolo igual). Y es un poco pesado.

 

Al final no me va a quedar más remedio que acudir a un profesional. Mi miedo no es que me saquen un ojo de la cara, sino los dos. Todos hemos oído alguna vez lo caros que son los fontaneros.

 

Pero como uno esta metido en esto de la tecnología y las redes sociales, me he dado una vuelta el hiperespacio virtual (vamos, que me he conectado a Intet). He navegado buscando alguna fontanería que me diera buena espina, es decir, que no me sacase los dos ojos de la cara y que me resolviese el problema de una vez todas.

 

Al final, después de mucho buscar, encuentro una, pero está en Móstoles y yo vivo en Madrid capital. ¿Será esto un pedento?

Bueno, en principio podría parecerlo, pero luego resulta que no. Esta gente de “La fontanería de Paco” lleva varias décadas en esa población madrileña. Y ahora han dado el salto a la capital, y todo gracias a que el negocio va bien. Y que un negocio vaya bien en tiempos de crisis es harto difícil y solo puede ser prueba del trabajo bien hecho.

 

¿Que cómo he encontrado esta fontanería? Muy sencillo. He preguntado a san Google. Vamos, que no hay que ser ingeniero para encontrar cosas interesantes en la Red.

Me he decidido a hablar con ellos y parece que la cosa no va a ser difícil ni cara. Afortunadamente podré seguir manteniendo mis dos ojos en la cara y solucionar el problema de la cisterna.

 

Y de paso aprovecho y les pido presupuesto para cambiar la bañera. Mi mujer, que es la que manda en casa, – quién diga lo contrario miente como un bellaco – está empeñada en cambiar la bañera un plato de ducha. Evidentemente yo haré lo que ella diga. Además, me cuenta Nieves Delgado, la propietaria de este estableciento, que estos cambios se pueden subvencionar; increíble en estos tiempos de crisis.

Y me ata otro dato que hay que tener muy en cuenta: la seguridad, que con las bañeras se producen multitud de accidentes que con un plato de ducha se evitarían. Las subvenciones solo son para personas mayores o personas con algún tipo de discapacidad, pero el cambio de bañera al plato de ducha puede dirigirse a todo el mundo en general seguridad, comodidad y ahorro de agua.

 

Bueno, está bien, Nieves. Me has convencido. Aunque, en realidad has convencido a mi mujer que es quien manda en casa.

 

@JuanmaRomeroTV

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