Casi dos años después de la tragedia del naufragio del crucero Costa Concordia y que produjo la muerte de 32 personas, comienzan las operaciones para reflotar el crucero. Una crisis que afectó no sólo a la compañía ‘Costa Cruceros’, sino a todo el sector del turismo de cruceros.
Una crisis tiene siempre (o casi siempre) las mismas fases. Una escalda de acontecientos que al final deberían terminar siempre enmendar los errores cometidos y reparar los daños. En este caso el caso de la crisis del ‘Costa Concordia’ pone hoy su punto final después de dos años.
A las 09.00 hora local (07.00 GMT) comenzó la operación para enderezar el Costa Concordia. Esta gigantesca operación de reflotar el crucero tardará entre 12 y 24 horas para completarse, según las previsiones, salvo complicaciones meteorológicas.
En cuanto a la comunicación de esta crisis, que ocupó durante semanas las tadas de todos los medios de comunicación de medio mundo, cabe destacar la falta de previsión de los responsables de la empresa, ‘Costa Cruceros’. Esto produjo una descoordinación en las informaciones que se generaron. La falta de un tavoz claro parte de la empresa en el inicio de la crisis produjo una mayor desinformación, y los familiares y tripulantes de la nave se convirtieron en fuente de la notica, perdiendo la empresa una gran otunidad para convertirse en el medio de referencia.
La escalda de la crisis fue durante días parable. Las informaciones sobre la posible negligencia del capitán del barco, unidas a la desinformación inicial tornaron en un juicio popular. Este hecho fue aprovechado la empresa para desentenderse de responsabilidad en el suceso que se llevó la vida de 32 personas, 2 de las aún desaparecidas.
La consultora de comunicación Burson Marsteller fue la que tuvo que ‘salir al rescate’ de la comunicación del Costa Concordia, una información confirmada pro al propia agencia a prnoticias. No fue hasta entonces cuando las informaciones, tanto en redes sociales como canales de comunicación offline comenzaron a unificarse.
La estrategia en este sentido fue explicar las infracciones que el capitán del barco había realizado. Burson and Marsteller fue la responsable de gestionar la comunicación de crisis del Costa Concordia para la empresa las 72 horas posteriores al naufragio y con su labor promovió que la posible responsabilidad de la empresa naviera se diluyera en el mar Tirreno. Ahora la compañía vuelve a estar en todas las tadas. ¿Será un últo intento reparar el daño, o un ‘vado de agen muy bien ideado?
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