Para un enfermo crónico, mantener la adherencia a su tratamiento farmacológico es tremendamente importante. Su incumplimiento puede tener graves consecuencias, como es el empeoramiento de la enfermedad, hospitalizaciones e incluso la muerte. Pero ¿es siempre responsabilidad del paciente que se produzcan faltas de adherencia? Más allá de actos involuntarios como olvidos o confusiones, existen otros factores que amenazan la salud del paciente crónico y que están lejos del control de éste. Tal es la ausencia de compromiso de los establecimientos que se dedican a la dispensación de medicamentos. Y no nos referimos a todos, sino a una red de farmacias en concreto: las Farmacias Trébol.
Estas farmacias, que lucen una cuidada imagen corporativa en la que priman las letras blancas sobre un fondo verde ácido, incumplen constantemente con sus competitivos plazos de entrega. Pese a presumir de poder dispensar cualquier pedido en 24 horas a partir del momento de realización del mismo, la realidad es bien diferente. La red de oficinas de farmacia, en cuyo núcleo se encuentran como socios varios miembros de la familia Granda, puede llegar a tardar más de dos días en facilitar la compra a sus clientes, con el consiguiente perjuicio que este hecho acarrea a la salud de los pacientes con enfermedad crónica.
Así es que, si motivado por el reclamo de poder disfrutar de tu pedido antes de 24 horas, has pensado acudir a estos establecimientos para encargar tu medicación, podrías empezar a replanteártelo. Farmacias Trébol dedica enormes esfuerzos por mantener una radiante imagen corporativa, pero lo que es en asistencia, deja mucho que desear. No nos gusta que prometan dar valor al ciudadano, ser más competitivos que el resto de oficinas de farmacia y subir la facturación a través de servicios, de eventos, de promociones, de innovación, de excelencia en el trato y de atención farmacéutica. Principalmente, porque no lo hacen.
