El papel de los cirujanos vasculares en las unidades de ictus, a debate

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El diseño y acción de las unidades de ictus y el papel de los profesionales vasculares en ellas ha sido el tema de la sesión de debate “Unidad de ictus: ¿se nos está escapando el tren?” incluida dentro de las actividades del 63º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular.

El ictus se ha transformado en una enfermedad prioritaria en los sistemas de salud. El estilo de vida actual, los malos hábitos alimentarios, el estrés y el envejecimiento contribuyen a que las cifras de afectados crezcan de año en año. Por eso, muchos centros hospitalarios han creado unidades de ictus para abordar la dolencia de forma multidisciplinar, y sobre todo, para contribuir al decrecimiento de los casos y a aumentar la supervivencia de los afectados.

Para la doctora Begoña Soto, del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, el papel del profesional vascular “no debe ni puede” formar parte del proceso agudo de la enfermedad, pero en cambio, es de gran importancia tras ese periodo. Eso sí, reclamó que los cirujanos vasculares deberían ser los únicos que realizaran endarterectomías, que además, recordó, es la técnica de elección. “Estamos en el momento de la decisión en el tratamiento de la patología carotídea, que es el momento en el que somos clave dentro del abordaje del ictus isquémico”, concluyó.

Por otro lado, el doctor Joaquín de Haro, del servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario de Getafe, opina que los cirujanos vasculares “tenemos que ser visionarios y proactivos, no podemos esperar que la solución venga de fuera; tenemos que ser nosotros los que demos un paso más en nuestro papel en el proceso de tratamiento de los ictus”. El doctor De Haro es partidario de que los cirujanos vasculares también participen en el tratamiento intracraneal, a través de la colocación de stents.

“Las especialidades son procesos dinámicos”, recordó para añadir que es necesario que los profesionales vasculares estén bien situados para no salir perjudicados en los consensos y para que puedan ser capaces de “engancharse al progreso tecnológico y no perder campos de acción”.

El doctor De Haro también habló del futuro del tratamiento de los ictus isquémicos, y se mostró muy esperanzado con los primeros resultados de los nuevos anticoagulantes orales con los que, de confirmarse su buen rendimiento, “se dará un cambio de paradigma en el tratamiento”.

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