La séptima edición de GH VIP toca este jueves a su fin con el regreso de Jorge Javier Vázquez al programa tras su reciente operación quirúrgica y la coronación de Adara Molinero, Alba Carrillo o Mila Ximénez como sucesora de Miriam Saavedra. Telecinco finiquita la temporada más extrema del reality, que ha transitado entre un duro boicot publicitario que se ha llevado por delante GH Dúo 2 y unas audiencias estratosféricas.
GH VIP 7 arrancó el pasado 11 de septiembre con un casting en el que destacaban personajes tan variados como El Cejas, Antonio David Flores o Irene Junquera. Tras un buen arranque (marcó un 24,6% de share y 2.529.000 espectadores en su estreno), el programa fue cogiendo ritmo con el paso de las semanas gracias al desarrollo de las diferentes tramas amorosas que se han ido sucediendo dentro de la casa de Guadalix de la Sierra.
En un período de tiempo récord, el espacio consiguió establecerse por encima del 30% de share, una barrera que ha superado en 11 de las 15 galas emitidas en Telecinco hasta el momento. Por si esto fuera poco, la séptima edición del reality no ha bajado de los tres millones de televidentes desde hace dos meses, un hito inalcanzable para el resto de formatos televisivos a día de hoy.{wbamp-show start}
El buen rendimiento de GH VIP no solo ha repercutido en las audiencias de Telecinco: gracias a la discutida decisión de trasladar una de las galas semanales del espacio a Cuatro, la segunda cadena de Mediaset ha logrado reverdecer viejos laureles y volver a ser competitiva en prime time a costa de despojarse de los últimos resquicios de su espíritu primigenio.
Pero no todos los números de GH VIP 7 han sido positivos para el grupo de Fuencarral. El boicot de anunciantes que comenzó el pasado 25 de noviembre y al que se han sumado más de una treintena de marcas ha dañado gravemente al formato. El daño empresarial de esta acción ha alcanzado una envergadura tan grande que ha obligado a Telecinco a prescindir de la nueva edición de GH Dúo, cuyo inicio estaba previsto para enero, con el objetivo de no hundir el formato para siempre.
La actitud de Mediaset durante la investigación de la supuesta violación sufrida por Carlota Prado hace dos años también ha ayudado a empañar una edición que debería haber sido histórica. En lugar de afrontar el caso y ofrecer explicaciones, el grupo optó por tirar balones fuera y culpar a Atresmedia de avivar el boicot contra el formato, haciendo la bola cada vez más grande y ensuciando la imagen del programa, además de ver afectadas sus cuentas a causa del abandono masivo de los anunciantes.
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