Las columnas de Fernando Sánchez Dragó han encontrado nueva casa. Tras ser despedido de El Mundo hace un par de semanas por “razones presupuestarias”, el periodista se ha incorporado a El Español, donde escribirá dos artículos al mes. El madrileño ha debutado este mismo lunes con una pieza titulada ‘Buenos días y buena suerte’ en la que repasa su llegada al diario de Pedro J. Ramírez y las circunstancias que han envuelto su fichaje.
“Pocos días después de irrumpir El Español en el ruedo ibérico me dijo uno de sus máximos responsables que acabaría fondeando en este puerto. Razón llevaba. Ha corrido desde entonces mucha agua tirando a turbia bajo los puentes, pero aquí me tienen”, apunta el escritor en el texto que sirve como presentación. Unas líneas más abajo, el comunicador deja clara su intención de “remar a contracorriente en las dos columnas mensuales cuya singladura comienza en ésta”, recalcando que “el Lobo, que es el más ibérico de todos los animales, seguirá aullando aquí por mucho que los carroñeros ululen a la luna”.
Tal y como indica el propio Dragó en la columna, se trata de la tercera vez que trabaja codo con codo junto a Pedro J. Ramírez, ya que el riojano contó con él tanto en su aventura como director de Diario 16 como en sus años al frente del periódico de Unidad Editorial “Fue precisamente Pedro J. quien me abrió las puertas de El Mundo el mismo día en que lo creó, de igual forma que años atrás me había abierto las del inolvidable Diario 16, y quien hace exactamente doce años y tres meses acogió en las páginas del periódico que entonces dirigía al Lobo Feroz, náufrago hasta ayer mismo de la arbitrariedad de una empresa contra la que, por elegancia, no quiero alzar la voz, aunque razones y estocadas no me faltarían”.{wbamp-show start}
Así fue su salida de El Mundo
Ha sido un mes agitado para Fernando Sánchez Dragó. El periodista comenzó marzo despidiéndose de El Mundo tras tres décadas de viaje conjunto después que, según le explicaron algunos dirigentes del periódico, RCS MediaGroup, empresa que controla el 96% de Unidad Editorial, decidiera prescindir de varios colaboradores para intentar reducir gastos. “Me limité a recibir una seca llamada telefónica de Paco Rosell donde me comunicaba, de modo muy escueto, que prescindían de mis dos colaboraciones. Me quedé perplejo pero encajé el golpe, pensé que era absurdo porque ‘El lobo feroz’ era una de las columnas más leídas de El Mundo desde hacía mucho tiempo por lo que, puestos a cortar cabezas, no parecía que la mía debiera ser una de las primeras en caer”, aseguró Dragó en una reciente entrevista con este medio.
Pero el presupuesto de ‘El Mundo’ no es la única razón que podría estar detrás de su adiós al periódico que le ha dado cobijo durante 30 años. Aunque insiste en que no es conspiranoico, el comunicador asevera que varias personas le han advertido que su salida de El Mundo podría haber sido ordenada de forma indirecta desde La Moncloa: “Muchísima gente me ha dicho que detrás de esto lo que hay es que casi todos los medios de información andan en apuros económicos y están pidiendo subvenciones al Gobierno a cambio de acallar las voces incómodas. Yo no quiero meterme en esos líos, en principio voy a creer lo que me han dicho en El Mundo y no voy a desatar ninguna guerra contra una cabecera que ha pagado mis escritos durante décadas”.
Ante este contratiempo, el escritor decidió fundar “en cinco días y sin un solo euro” un nuevo semanario que lleva por título La Retaguardia. “Quizá sea sólo una mascletá que tras hacer un poco de ruido se quede en nada. O quizá, en días tan locos como los que corren, nos viralicen ‒no todos los virus van a ser malignos‒ y podamos dar un empujón, por mínimo, que sea, a la inaplazable tarea de devolver al periodismo lo que el periodismo fue: un oficio de honor, de libertad, de independencia, de ingenio (no exento, cuando la ocasión lo requiera, de mal genio) y de insobornable búsqueda de la verdad”, reflexionó.
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