Can Yaman, de talismán de Divinity a lastre de sus mañanas

Can Yaman fracasa en Divinity
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Durante los dos últimos años, las televisiones temáticas enfocadas al público femenino se han volcado con las telenovelas turcas. Tras el éxito de Fatmagül, que arrasó en Nova allá por enero de 2018, Divinity se sumó al carro y dedicó gran parte de sus tardes a las ficciones otomanas de la mano de títulos como Kara sevda o Sühan: Venganza y amor. La apuesta por este tipo de contenidos convirtió a Can Yaman, protagonista de Erkenci kus y Dolunay, en la gran estrella del canal, que explotó al máximo su figura e incluso logró traerle a España para que participase en Volverte a ver.

Sin embargo, la fiebre por el intérprete ha quedado olvidada en pocos meses. Los buenos datos de audiencia cosechados por las telenovelas turcas de Divinity son cosa del pasado, lo que ha obligado a la cadena a trasladar su apuesta por este tipo de ficciones a la franja matinal. El debut en las mañanas de Sühan, Amar es primavera e Inadina ask (protagonizada por Can Yaman) ha sido un completo fracaso, lo cual contrasta con los grandes números que siguen obteniendo las series otomanas de Nova, su gran rival.

En su primer día en las mañanas de Divinity, Sühan: Venganza y amor firmó un 0,6% de cuota de pantalla y 28.000 espectadores; Amar es primavera se conformó con un 0,5% de share y 29.000 televidentes; e Inadina ask se situó en un 0,6% de cuota y 57.000 seguidores. Las tres telenovelas empeoraron notablemente la franja matinal (0,9%) del canal de Mediaset, que cedió cuatro décimas en comparación al dato cosechado el pasado lunes.

Por si esto fuera poco, las tardes de la cadena han agradecido la marcha de las telenovelas turcas, incrementando su audiencia gracias a ficciones como Bones o Castle. Sin ir más lejos, Divinity firmó este lunes un 2,2% de cuota de pantalla en dicha franja, lo que se traduce en un incremento de cuatro décimas con respecto al registro anotado hace siete días, cuando las series otomanas eran la principal apuesta vespertina del canal temático.

De este modo, las telenovelas turcas han pasado de ser una bendición para Divinity a un lastre para sus audiencias en pocos meses. Lejos queda la multitudinaria llegada de Can Yaman al aeropuerto de Barajas, ocurrida en noviembre del pasado año. El colapso que el actor provocó en las instalaciones del aeródromo madrileño contrasta con la situación actual de sus series, que naufragan por la parrilla de la cadena sin rumbo fijo a la espera de que un nuevo fenómeno las sepulte definitivamente.

Seguiremos Informando…

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