A mediados del mes de enero, la Comisión de Salud Pública española, donde se encuentran representadas las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, aprobó el uso de la cuarta dosis de la vacuna pero exclusivamente para las personas inmunodeprimidas y tras haber pasado cinco meses de recibir la última dosis.
Ahora bien, sobre la cuestión de si es bueno o no extender esta segunda dosis de recuerdo a toda la población, desde la Asociación Española de Vacunología su cofundador, pediatra, y experto en vacunas, el doctor José Antonio Navarro Alonso, ve “difícil” responder a esta pregunta porque, según él, “todo dependerá de la vigilancia epidemiológica y virológica en las próximas semanas”, según ha revelado en una entrevista con Infosalud.
Pero también confirma, que han aparecido datos de efectividad de la cuarta dosis de vacunas de ARNm en Israel y, aunque se mantiene la alta efectividad frente a la enfermedad grave, se ha demostrado que es baja frente a la infección de cualquier tipo y a la enfermedad sintomática. Además, estos estudios inciden en que en los infectados se mantiene “potencialmente” la infecciosidad pese a esta segunda dosis de refuerzo.
“Desde el punto de vista de los anticuerpos parece que el pico de ellos tras la cuarta dosis es similar a los alcanzados tras la tercera, lo que indica que la máxima inmunogenicidad se alcanzaría tras la tercera dosis”, ha apreciado este experto en vacunas.
Y por otro lado, señala que algunos países ya han anunciado una cuarta dosis para los mayores de 75 años e internos en residencias. “Por tanto y en caso de plantearse una cuarta dosis no pienso que sería con carácter sistemático sino en grupos muy seleccionados, especialmente por edad o condiciones de vida”, aclara.
Existencia de otras herramientas
El doctor Marcos López, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), que si comparte la administración de una cuarta dosis en sujetos muy vulnerables, se muestra partidario de emplear preferentemente otro tipo de vacunas en el caso de que estén disponibles, es decir, usar otras que no estén basadas en la proteína S del SARS-CoV-2, y hacerlo en otras que afecten a otras partes del citado coronavirus. Hay que tener en cuenta, “que también disponemos de herramientas terapéuticas como los antivirales o los anticuerpos monoclonales”, afirma este doctor.
La también catedrática de Inmunología África González, y expresidenta de la Sociedad Española de Inmunología, cree que esta segunda dosis de recuerdo podría estar indicada para algunas personas mayores, que viven en residencias, o están inmunodeprimidas, “porque sí se ha visto, sobre todo por estudios en Israel, que esta cuarta dosis incrementa los anticuerpos neutralizantes” del SARS-CoV-2.
Además, la doctora González reitera que también podría ser útil en las personas vulnerables, pero destaca que para este tipo de paciente también han surgido nuevos fármacos como los anticuerpos monoclonales, que permiten la prevención de la infección al neutralizar el virus y durante bastantes meses. Por esto es factible también que ante determinados grupos poblaciones sí se pueda administrar un tratamiento preventivo como este.
Lo más necesario: analizar niveles de anticuerpos
El catedrático de Inmunología Alfredo Corell ha recordado que esta cuarta dosis ya se está poniendo en personas inmunodeprimidas, por lo que su recomendación sobre si extenderla también a la población general es que antes de ponerla se mida el nivel de inmunidad de cada persona, “al menos nivel de anticuerpos en sangre”, y si tiene suficiente se les exima de esta cuarta dosis porque, según aclara, “una inyección reiterada de un mismo producto en tan poco tiempo puede a la larga ser perjudicial y no beneficiosa”.
Por eso, insiste este experto en que una segunda dosis de recuerdo de esta vacuna puede estar indicada en aquellas personas que la necesiten realmente y que hayan perdido la protección de los anticuerpos.
“A la población en general en ningún caso, por lo menos de momento. Hay unos niveles de inmunidad generada, tanto por la vacuna y como por las infecciones generadas por ómicron, que probablemente ha dejado al 50% del país infectado, que aún tenemos meses para pensarlo el inocular o no alguna cantidad adicional más” ha remarcado el inmunólogo.
El doctor Pere Domingo, que también se encuentra a favor de vacunar con una cuarta dosis a las personas vulnerables, ha advertido que el público en general tiene que tener en cuenta “dos verdades”: la inmunidad desaparece con el tiempo y el nivel de anticuerpos va bajando con el tiempo, por lo que igual dado un punto sí que sea conveniente una dosis de refuerzo más; el virus muta, por lo que igual será necesario que las dosis de recuerdo o las vacunas se adapten a nuevas variantes del virus.
En este sentido el experto tiene claro que antes de que finalice este año, llegarán nuevas vacunas adaptadas a las últimas variantes del Covid-19 y recuerda que la prestigiosa revista científica ‘New England Journal of Medicine‘ habla de que la eficacia y seguridad de la cuarta dosis de la vacuna frente a ómicron, “es indudable”, ya que aumentan con ella y “mucho” los niveles anticuerpos.
Seguiremos informando…