ENFERMEDADES COGNITIVAS

Nueva esperanza para el Alzheimer: los tratamientos para el TDAH pueden mejorar sus síntomas

HAN DEMOSTRADO SER SEGUROS Y EFICACES PARA MEJORAR LA COGNICIÓN Y LA APATÍA EN PACIENTES CON ALZHEIMER

A día de hoy no existe un tratamiento curativo contra el alzheimer. Sin embargo, nuevas investigaciones están logrando ciertos avances en los tratamientos para controlar y mejorar los síntomas

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Actualmente el tratamiento para paliar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer tiene muchas carencias. Si bien en algunos casos sí logra ralentizar el avance de la enfermedad, pero no siempre lo consigue. Esto suele suceder en mayor medida en pacientes con síntomas moderados o graves, como la demencia, y no tanto cuando lo que se presentan son síntomas leves.

Ahora bien, a día de hoy parece que las nuevas investigaciones sí están logrando ciertos avances en los tratamientos para controlar y mejorar los síntomas, incluso usando fármacos cuyo objetivo original no era esta conocida demencia.

Este es el caso de un reciente estudio publicado en el Journal of Neurology Neurosugery & Psychiatry donde se ha mostrado como los fármacos que ya se usan en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) también podrían tratar aspectos clave de la enfermedad de Alzheimer.

Fármacos Noradrenégicos

Los investigadores responsables de este nuevo trabajo han terminado confirmando la “evidencia sólida” de que los tratamientos que ya se usan en el TDAH también serían adecuados para tratar la enfermedad de Alzheimer. Los ensayos clíicos con fármacos noradrenégicos, como son algunos tipos de antidepresivos o fármacos para tratar la hipertensión arterial, tendrían potencial frente a la enfermedad neurodegenerativa.

Este tipo de fármacos se dirigen al neurotransmisor noradrenalina, el cual es liberado por una red neuronal noradrenérgica especializada. Dicha red es fundamental para la producción de muchos procesos cognitivos, como son la atención, el aprendizaje, la memoria, la preparación para la acción y la supresión de conductas inapropiadas.

Con este conocimiento en mente, los investigadores buscaron ensayos clínicos publicados entre 1980 y 2021, en los cuales se hubiesen usado fármacos noradrenégicos como la atomoxetina, metilfenidato y guanfacina para mejorar síntomas cognitivos y/o neuropsiquiátricos en personas con enfermedades neurodegenerativas.

Un total de 19 ensayos clínicos

Finalmente se seleccionaron e incluyeron 19 ensayos controlados y aleatorizados centrados en la enfermedad de Alzheimer y el deterioro cognitivo leve, con un total de 1811 pacientes. 6 de los ensayos se consideraron de “buena calidad”, 7 de ellos como “regulares”, y los otros 6 ensayos clínicos como “deficientes”.

Y de entre todos estos, Los resultados de 10 de estos ensayos clínicos, donde participaron 1300 pacientes, se combinaron para estudiar la cognición global: orientación/atención, memoria, fluidez verbal, lenguaje y capacidad visioespacial. En este análisis ya se observó un efecto positivo pequeño, pero significativo, del uso de fármacos noradrenégicos en la cognición general según las escalas específicas para evaluar el alzhéimer.

Po otro lado, para complementar estos primeros resultados, se emplearon otros 8 ensayos clínicos, donde participaron 425 pacientes y cuyos resultados se agruparon para analizar datos sobre comportamiento, síntomas neuropsiquiátricos, agitación y apatía. En este caso se objetivó un gran efecto de los fármacos noradrenérgicos sobre la apatía,.

Ante estos datos, los investigadores han asegurado que los fármacos noradrenégicos conocidos y ya en uso frente a otros trastornos, como el TDAH, también podrían ofrecer mejoras en cuanto a la cognición general y la apatía se refiere en el caso de la enfermedad de Alzheimer.

Pero bien, advierten también que por el momento deberían considerarse varios factores antes de usar estos fármacos: orientar adecuadamente los grupos de pacientes que podrían beneficiarse de esta terapia, usar las dosis correctas, y sobre todo evitar las interacciones con otros tratamientos para minimizar los perjuicios y maximizar sus ventajas.

Un escenario que genera una sólida justificación para realizar más ensayos clínicos específicos donde se usen estos fármacos como tratamiento de este tipo de demencia.

Seguiremos informando…

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