Según describen en el artículo los investigadores de la Universidad de Catania (Italia), se trata de un varón italiano que el pasado mes de junio estuvo cinco días de vacaciones en España, donde, según reconoció el afectado, mantuvo relaciones sexuales con otros hombres sin protección.
¿Cómo sucedió todo?
El paciente, de 36 años, “nueve días después de estar en España [entre el 16 y el 20 de junio] presentó fiebre (hasta 39°C), acompañada de dolor de garganta, fatiga, cefalea y adenomegalia inguinal derecha. Además, el 2 de julio dio positivo por SARS-CoV-2″.
Esa misma tarde, comenzó a desarrollar una erupción en su brazo izquierdo y al día siguiente aparecieron “pequeñas vesículas dolorosas rodeadas de un halo eritematoso en torso, miembros inferiores, cara y glúteos”. Pero, fue el 5 de julio cuando esa erupción evolucionó a pústulas umbilicales, por lo que el hombre acudió a las urgencias del Policlínico G. Rodolico San Marco del Hospital Universitario de Catania, para, posteriormente ser trasladado a la Unidad de Enfermedades Infecciosas del centro.
Como bien describen los investigadores, en su ingreso “el paciente dijo haber sido tratado por sífilis en 2019. En septiembre de 2021 se realizó prueba de VIH con resultado negativo”, describen los investigadores y añaden que, además, “sufría de trastorno bipolar, por lo que tomaba regularmente carbamazepina 200 mg al día”.
“En el examen físico, su cuerpo estaba salpicado, incluyendo la palma de la mano derecha y la región perianal, con lesiones cutáneas en varias etapas de progresión, que iban desde pequeñas vesículas, hasta pústulas enrojecidas con halo y placas umbilicadas”, señala el artículo.
Extracción de muestras
Y bien, ante la sospecha de estar contagiado de viruela del mono se procedió a la extracción de muestras del exudado de las pústulas, así como de secreciones de la nasofaringe. Así, “se confirmó que las muestras eran positivas al virus de la viruela del simio y al SARS-CoV-2″, señalan los investigadores. Además, se verificó también que se trataba de la variante de África occidental (la registrada en España y en la mayoría de los países afectados por el brote mundial), mientras que en el caso del Covid, el linaje era BA.5.1. Y, en cuanto a otras pruebas serológicas se pudo detectar al paciente como positivo en VIH-1 con una carga viral de 234.000 copias/mL.
Por suerte, al tercer día de ingreso de este paciente, “casi todas las lesiones de la piel comenzaron a convertirse en costras. Se infundió sotrovimab 500 mg por vía intravenosa”. Al quinto día (9 de julio de 2022), “se resolvieron casi todos los síntomas y se normalizaron los valores de las pruebas de laboratorio”, relatan los investigadores.
Dado que los síntomas se habían resuelto la publicación explica que el paciente fue dado de alta aunque en aislamiento domiciliario. “El 19 de julio de 2022 volvió a nuestro instituto para realizarse un nuevo hisopado orofaríngeo para virus de la viruela símica, que seguía siendo positivo. Las costras se habían curado casi por completo, dejando una pequeña cicatriz. Se inició una combinación triple de dolutegravir, abacavir y lamivudina para el tratamiento del VIH” han señalado.
Ahora bien, a modo de conclusión y tras conocer este primer caso, los investigadores apuntan que “este caso pone de manifiesto cómo los síntomas de la viruela del mono y del Covid pueden solaparse, y corrobora cómo en caso de coinfección, la recogida de anamnesis y conocer los hábitos sexuales son cruciales para realizar el diagnóstico correcto”.
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