15º ANIVERSARIO

‘Público’, Roures Gargamel y sus pitufos podemitas: la contracrónica

UN REPASO A LA TRAYECTORIA DEL PERIÓDICO QUE DIRIGE VIRGINIA P. ALONSO

La semana pasada se celebró el quince aniversario del diario ‘Público’, que nació para apoyar a Zapatero y ha acabado convirtiéndose en el altavoz de Iglesias y Monedero, o sea, de Roures. Que, al final, es el que siempre ha mandado.

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La caspa, damas y caballeros, es caspa, sea de izquierdas y de derechas. Y el acto de aniversario de Público tuvo mucho de esa materia a pesar de que sus protagonistas se tengan por la vanguardia. Del proletariado, claro.

Al fin y al cabo, el capo Jaume Roures, alias ‘Gargamel’ entre sus antiguos empleados, se marcó una ‘perfomance’ propia de Kim Yong Un y su régimen. En plasma, ese que tanto molestaba si eran otros, el magnate se marcó un fino análisis a su estilo, en el que se tuvo por José Múgica y su Frente Amplio.

Un Frente Amplio con participación, como no podía ser menos, de ERC, Bildu y BNG, a los que, por cierto, algún empleado suyo de nombre eclesiástico factura por escribir en algunos de sus panfletos. Pero esa es otra historia, que el chalé de Galapagar no se paga solo.

Por supuesto, la fiesta era oficial, aunque algunos de sus antiguos empleados les amargaron un poco la fiesta recordando cómo terminó la edición en papel -en el Fogasa, mientras el ‘buen patrón’ Roures se daba un voltio con Woody Allen- y cómo se hizo, con aroma a testaferro, con la cabecera digital que había dejado morir antes. Por el camino, unos cuantos impagos. Pelillos a la mar.

Era gala oficial, claro. Y por eso, como resaltó la directora, Virginia Pérez Alonso -qué tremendos elogios a Cifuentes en aquella presentación de Papel, años ha, y qué recuerdos tan poco gratos de su paso por el 20 Minutos de don Escolapio de Torresandino-, Público habló de “lo que otros medios no se atreven a contar”. Una lástima que no hubiera ni palabra sobre cómo se puede criticar a Catar y hacerse con los derechos audiovisuales de la retransmisión.

Al menos Chema Crespo, el paisano de Pablo Casado, pudo demostrar que puede ganarse el sueldo después de haber saltado de la Política al Periodismo, punto siempre pegado a la alargada sombra de ZP que, sin embargo, pudo aleccionar sobre una “monarquía trasnochada y hasta corrupta”. De asadores en Marbella, le faltó decir.

Para amenizar el evento, dos intelectuales orgánicos, Anabel Alonso y Pepe Viyuela, más discreto el segundo que la primera, que demostró su ignorancia o su maldad. “Nosotros pedimos”, aclaró sobre la pasta. ¿Y de dónde la saca Roures, buena mujer? Pero claro, al que paga no se le cuestiona.

Dice la crónica oficial, foto incluida, que pudo verse a Cayetano Martínez de Irujo, el hijo de la duquesa de Alba, que anda también a la Luna de Valencia, compartiendo cartel con el inevitable Bardem de servicio, del ‘No a la guerra’ según quién la haga al ERE de la Bardemcilla, y, de paso, agraciado con una serie de TVE durante la pandemia. ¡Viva la resistencia!

Y como la cosa iba de resistentes, no podían faltar represaliados del franquismo, desahuciados y hasta una de Infancia Libre conviviendo con Ana Pardo de Vera -de aquel Pepe Bono que sacaba a los veteranos de la División Azul en desfile a podemita sin cargo en RTVE-, un tal Cintora al que se le paró el reloj en 2014, un Juan Pedro Valentín, director de ‘Niusesabebienqué’, al que le dan tres telediarios de Piqueras en Mediaset o un Fernando Garea que, parafraseando a lo que cantaba Sabina -ahora que le andan ‘afusilando’-, pensaba comerse la Agencia Efe y se lo merendaron un sábado en una triste cafetería de franquicia.

Del abajofirmantismo se echó en falta a los afectados por los impagos y despidos de Roures. Aunque para amenizar ya estaban los pitufos Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, asesores políticos de renombre que algún día podrán explicar cómo quebrar un partido y transmutarlo en una secta.

Para postre, ‘Bella Ciao, ciao, ciao’ y para casita, que hay que hacer la revolución pendiente. Y de paso, poner el Gol TV de Roures para ver lo de Catar, que Tatxo Benet, su socio, tenía que pillar el avión a Doha. “Esta es la flor del partisano, muerto por la libertad”, tuvieron el santo cuajo de cantar.

Seguiremos Informando…

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