Hay veces en que José Pablo López, director de Contenidos Generales de RTVE, produce sorpresa. O más bien estupor. “Me parece una forma rara de ocultar el descenso de consumo de la televisión lineal. No creo que ese sea el camino sino una medición integrada diaria del consumo de los contenidos en los distintos soportes”, escribió en un tuit hace poco contra los espectadores únicos. ¿Y qué lleva a un alto directivo de una Corporación televisiva con diversos canales lineales a criticar esta medición? Básicamente, su fracaso.
Por corto y por derecho: resulta más fácil echar estiércol sobre la medición actual que poner remedio a una caída de audiencia que, en el caso de TVE, ha colocado a la pública en el segundo peor año de su historia. Y de eso también hay tela que cortar. Porque decir que cae el consumo lineal sirve, también, para cubrirse la espalda -o mejor, el sitio en el que acaba- ante unas audiencias nada positivas.
Y es que el gurú José Pablo siempre tiene soluciones. Las tuvo en La Sexta, en 13TV y en Telemadrid y las tiene en RTVE. Da igual que TVE haya batido récord de audiencia lamentable (lo del segundo año histórico y tal) a pesar de haber contado con el Mundial (con su correspondiente desembolso para agradecimiento de Jaume Roures) y con Eurovisión (el predio particular y la máquina de hacer amigos de la dircom más protagonista de España, María Eizaguirre, que con su bolso rojigualda el día menos pensado se nos presenta como candidata con un ‘remake’ del ‘Lalala’). La culpa es de la gente, que ya no ve la tele en lineal.
Tal vez porque lo que se les ofrece, por parte de algunos, es indigesto. Le da uno al mando y aparece un ‘Hablando Claro’ sin pena ni gloria. O una ‘España, el siglo XX en color’ coproducido con la productora ‘indepe’ de referencia, Minoría Absoluta, la misma que antaño le coproducía al pureta Mejide en Cuatro. O se encuentra con ‘La Promesa’, serie más cara de la televisión, a razón de más de cien mil euros por capítulo (según ‘ABC’), cifra histórica pagada con cargo al erario público. Y todo sin mencionar la agencia de colocaciones de amigos y conocidos de toda la vida, desde los tiempos del cuplé en ‘Tele-Rouco’ y ‘Tele-Ayuso’.
Pero tranquilos, nerviosos, que la culpa será de Tornero y siempre nos quedará el colectivo de Cubanino para el aplauso.