Una vez más, las decisiones de los altos mandos de RTVE han encendido los ánimos entre los trabajadores. No es la primera vez que la plantilla se ve obligada a alzar la voz para denunciar la falta de confianza de sus directivos y su falta de honor a las normas que rigen la Corporación.
Como es conocido, la ley obliga a que todo contenido informativo que se cubra en RTVE tiene que recaer de forma exclusiva sobre su plantilla -con medios y personal de la casa-, dejando la externalización de contratos dedicada exclusivamente al entretenimiento. Entendiendo que la cobertura de la moción de censura de este martes es contenido puramente informativo y cuenta con nulo entretenimiento, los trabajadores de RTVE han reclamado que la retransmisión sea únicamente una cuestión interna.
Algo que no se ha entendido así desde los despachos. Así lo denuncian desde USO, tras el anuncio de que será La hora de La 1 la responsable de la retransmisión de esta moción y acusan a la dirección de hipócritas al argumentar que el debate parlamentario de la moción de censura “no es un contenido informativo”.
La responsabilidad de Pep Vilar
El programa presentado por Marc Sala y Silvia Intxaurrondo, de producción mixta (Tesseo) se ocupará de la retransmisión de la moción de censura. Las alternativas propuestas por los trabajadores se centran en rostros habituales de los informativos de TVE como Carlos Franganillo o Xabier Fortes.
Las miradas están puestas, fundamentalmente en el director de Servicios Informativos, Pep Vilar. A él le acusan de mirar hacia otro lado y permitir que finalmente sea una productora externa quien engrose sus arcas a costa de RTVE.
Situaciones como estas ya se han dado en la Radio Televisión pública. Uno de los casos más claros fue el del programa Las Cosas Claras, presentado por Jesús Cintora. El matinal de La 1, con claro contenido informativo, estuvo meses formando parte de la programación de la cadena realizado por una productora que nada tenía que ver con la plantilla de RTVE.
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