La semana pasada Atrevia hizo pública la incorporación de Maritcha Ruiz como directora de Crisis & Issues. De esta forma, la agencia de Nuria Vilanova incluye entre sus directivos a la exdirectora de comunicación del PSOE, considerada una ‘leal’ a Pedro Sánchez.
Esta designación ha llamado la atención en el sector, dando pie a diversas cuestiones. Por ejemplo, el hecho de que Ruiz, que venía de presidir el Hipódromo de La Zarzuela -con una designación que levantó ampollas por las acusaciones de inexperiencia y de ‘colocación’ por su fidelidad al presidente del Gobierno-, haya desembarcado, según se dice, junto a su agenda. Y es que en los últimos tiempos Atrevia -en gran medida, por iniciativa del expresidente de Unidad Editorial, Antonio Fernández Galiano- ha intentado emprender un camino hacia nuevos enfoques.
Entre estos, se contarían los denominados Asuntos Públicos, que en gran medida camuflan la labor de lobby de toda la vida. En esto, sin duda, Ruiz puede a priori ayudar cubriendo una carencia de Atrevia que le ha posicionado, entre otros motivos, por detrás de su competencia: el acceso al núcleo de poder de La Moncloa y el Ejecutivo sanchista.
No obstante, el fichaje de Ruiz está sometido a escrutinio por su enfoque político y una forma cuestionable de comprender las designaciones. Hasta un medio escasamente sospechoso de no posicionarse a favor del Gobierno como ‘Eldiario.es’ del clan Escolar tituló, tras conocerse su último destino en un cargo público: “La SEPI coloca a la exdirectora de comunicación del PSOE como presidenta del Hipódromo de La Zarzuela”.
Ruiz es una ‘pata negra’ socialista, conocida de Sánchez desde que coincidieron a mediados de los años 90 en la agrupación socialista de Tetuán (Madrid). Su madre, Salvadora Mateos, también tiene vitola histórica del PSOE, habiendo desempeñado el puesto, con cierta polémica, de delegada del Gobierno en Ceuta.
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