Actualmente, las compañías se enfrentan a un año de cambios, transformación, pero también de oportunidades. En concreto, en el ámbito de la comunicación, los expertos ven un año con una creciente especialización, con una búsqueda del gran talento y un uso intensivo de las tecnologías para mejorar sus servicios. Es decir, según afirman grandes profesionales del sector, “se trata de una profesión repleta de oportunidades y en pleno crecimiento”.
Sin mbargo, esta no es siempre la realidad de los departamentos encargados de la comunicación de las compañías. Y es que, a pesar de ser conscientes de que, los equipos dedicados a la comunicación deben tener un amplio conocimiento de la compañía, y de que por ello, es importante trabajar a nivel interno para construir una reputación del departamento dentro de la compañía, muchos de ellos siguen poniendo barreras a la información interna demostrando falta de transparencia y una labor deprorable en su relación con los medios,
Por tanto, aunque la comunicación vive uno de sus mejores momentos, gracias a ser la responsable de los intangibles más importantes de una compañía, todavía hay empresas que no le dan el valor que requiere. Así, aunquee los departamentos de comunicación –se supone– sirven de interlocutores entre los periodistas y las empresas u organizaciones. En muchas ocasiones los directores de comunicación y sus equipos caen en vicios en su relación con los periodistas que no hacen más que enturbiar y enrarecer la relación entre ambo.
La dificultad para conseguir el contacto de departamentos dedicados a dar información
En concreto, uno de los principales problemas que siguen existiendo en la relación entre periodistas y los departamentos de comunicación, es la barrera todavía existente entre ambos mundos. Si tienes la suerte de conocer al departamento de comunicación o tener el móvil del responsable de prensa, el proceso puede ser muy fácil. Sino, la cosa se complica.
Tanto es así, que desde muchos departamentos de comunicación quieren ponerlo difícil –o al menos así lo parece– porque los teléfonos de contacto o no aparecen en los listados telefónicos, o aparecen escondidos en las webs corporativas. O ya como último recurso, la única manera es ponerse en contacto con la empresa a través de centralitas imposibles. Casos en los que la única solución que te dan como periodista es terminar por “enviar un email” a un correo genérico, con el que poco se puede hacer más que esperar una respuesta que en la mayoría de ocasiones no llega teniendo comoresultado la publicación de informaciones sin contrastar o la mala relación con las empresas.
En otras ocasiones, desde algunos departamentos de comunicación se ha optado por externalizar esta “pesadilla” de relacionarse con los medios de comunicación, en lo que son las actuales “agencias de comunicación y relaciones públicas”. Pero estas empresas externas en vez de agilizar el trabajo al periodista, en realidad, en situaciones críticas pueden suponer un escalón más en la cadena de acceso a la información. Y es que, muchas agencias, al trabajar bajo las órdenes de las compañías, hacen muy bien este trabajo de muro con las empresas y no dudan en adquirir los mismos vicios que los departamentos de comunicación.
Ineficiencia comunicativa en 2024
Ahora bien, entre las empresas que han demostrado recientemente tener que trabajar más en las responsabilidades y la manera de funcionar de sus departamentos de comunicación encontramos algunas de gran relevancia como es, Securitas Direct. Una compañía que luce como innovadora, comprometida con sus empleados y los criterios RSC, que en cambio, en comunicación, deja mucho que desear. Y es que, para acceder a su Dircom o a cualquier cargo de comunicación de la compañía, pueden pasar días debido a la desconfianza que muestra su equipo de profesionales frente a la labor de los periodistas.
Por otro lado, también se puede destacar la mala comunicación de muchas compañías farmacéuticas o laboratorios médicos donde acceder a cualquie rtipo de información interna es todavía, todo un reto para los periodistas. Después de muchas llamadas a centralita, ir de un contacto a otro, de un departamento a otro, la mayoría de profesionales de la prensa acaban derivados a un correo en el que la mayoría de veces no obtendrán respuesta.
Y, en este sentido, tampoco se pueden olvidar grandes organismos que han enfrentado crisis y que, en cambio, no han querido dar ningún tipo de información a la prensa. Por ejemplo, Mercadona, una de las compañías que más ataques ha recibido por parte de la sociedad ha demostrado un blindaje a nivel interno en el que la falta de información ha sido uno de sus grandes aliados.
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