El avión de las Fuerzas Aéreas Españolas que trasladó de Caracas a Madrid a Edmundo González Urrutia, acompañado de su esposa y del secretario de Estado de Asuntos Exteriores y Globales, Diego Martínez Belío, aterrizó en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz alrededor de las 4 de la tarde de este domingo 8 de septiembre. Lo recibió la secretaria de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Susana Sumelzo. España comienza así un nuevo proceso para acoger a un político venezolano perseguido por el régimen de Maduro, un hecho que genera euforia y desesperanza, no solo entre los actores políticos sino también entre la comunidad venezolana.
“En cuanto Edmundo González trasladó que su deseo era venir a España, pusimos en marcha todos los medios diplomáticos y materiales para conseguirlo. España está comprometida con la democracia y los derechos humanos y políticos de los opositores venezolanos”, ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en su red social X. Lo considera un triunfo de la diplomacia española, y así lo ha hecho entender desde que confirmó el traslado.
Por su parte, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha lanzado un mensaje distinto, más bien de desesperanza: “Hoy es un día triste para la democracia en Venezuela”, dijo en un comunicado tan pronto se conoció la noticia. Argumenta que “en una democracia, ningún líder político debe verse forzado a buscar asilo en otro país”. Es ya la décima vez que alza su voz de forma pública por la democracia en Venezuela desde el pasado 28 de julio, la más reciente para advertir de “una grave crisis” si no se verifican los resultados de las elecciones presidenciales.
¿Qué esperan los venezolanos?
Para los venezolanos, las expectativas sobre el papel España son altas, en tanto conocen el peso de sus decisiones en la Unión Europea. Así, este nuevo capítulo de la historia bilateral tiene dos lecturas. Por un lado, agradecen la acogida de Edmundo González, así como las más de 38.000 concedidas en 2023 a venezolanos por razones humanitarias, y las 14.857 (de las 42.044 solicitudes de asilo) en lo que va de 2024, según datos del Ministerio del Interior. Pero por otro lado, consideran que España podría “hacer más” por la democracia en Venezuela.
Para el consultor político venezolano, abogado y experto en asuntos Iberoamericanos, Aldo de Santis, hay que ser objetivos. “El papel de España está definido por actores que no son la propia España, es Edmundo quien lo ha solicitado, es su equipo y una estrategia desde Venezuela la que ha definido que era lo necesario en este momento para preservar al ganador de las elecciones. Entonces ni la euforia de Albares ni la desesperanza de Borrell, es una herramienta que permite en casos donde hay dictaduras y sistemas totalitarios como el de Venezuela, un mecanismo para seguir luchando”.
Para dar respuesta a la pregunta que se plantea la comunidad venezolana sobre el papel de España en la crisis venezolana, el también presidente del Centro Iberoamericano de Comunicación, Política y Gobierno (CICOMP), considera que “lo que debe hacer España es continuar siendo un garante de que el tema de Venezuela esté vivo ante la opinión pública internacional y, en especial, ante la Unión Europea”.
“España puede ser actor e intermediario con los distintos mecanismos de negociación que siguen vigentes, hoy más que nunca debemos reconocer la negociación de Barbados y que la negociación directa que existe entre Estados Unidos y el régimen de Venezuela dio algunos frutos, como por ejemplo, el fruto de la elección presidencial, con la victoria de Edmundo González. España puede ser siendo parte y debe ser parte integral de ese proceso”, dice De Santis.
¿Y qué esperan del PP, el PSOE y… Zapatero?
Los venezolanos no olvidan y agradecen al Partido Popular su constancia y firmeza en el enfrentamiento al régimen de Maduro y en la defensa de la democracia en Venezuela, un papel que se juega muy bien desde la oposición; y entienden que el PSOE ha seguido las directrices de Pedro Sánchez, que siendo presidente del Gobierno se puede leer como un papel institucional. Pero se preguntan si, desde sus respectivas posiciones en el tablero político, tales acciones están siendo efectivas.
Al respecto, Aldo de Santis responde: “Efectivo será cuando Venezuela sea libre y hasta ahora es un objetivo que no hemos logrado. El momento político define qué acciones son más válidas, pero para el caso de Venezuela, ambos partidos han tenido una labor y a ambos partidos hay que agradecerles”.
Sobre la participación de José Luis Rodríguez Zapatero, el consultor político asegura que “juega en un tablero distinto, que no representa los intereses del gobierno de España, pero mucho menos representa los intereses de actores políticos venezolanos de la alternativa democrática. Solo puedo decir, que si hay alguien a quien le contestan el teléfono en el Palacio de Miraflores es al expresidente Zapatero, eso puede, algún día servir para algo”.
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