Los dos últimos fallos que ha asumido la Agencia EFE han provocado en el medio público una crisis reputacional grave, hasta el momento, sin consecuencias. El hecho de haber publicado dos noticias falsas de calado ha hecho mella en la imagen hacia los clientes y ha provocado que la plantilla reivindique su trabajo y alerte de la importancia de reforzar el trabajo de sus periodistas a través del Consejo de Redacción.
El hecho de que Oliver haya asumido la responsabilidad y ha pedido perdón tras el duro golpe a la veracidad y el rigor de EFE. Por este motivo, desde EFE han abordado la necesidad de reforzar los procesos de supervisión editorial y tecnológica para evitar situaciones como las vividas recientemente.
Recordemos que, en los últimos días, EFE ha informado erróneamente del choque de un helicóptero en la Torre de Cristal de Madrid y ha informado, también erróneamente de la muerte del escritor Fernando Aramburu.
El Consejo de Redacción reacciona
Desde la plantilla recuerdan la responsabilidad de sus periodistas a lo que piden actuar con “diligencia y criterio profesional”. A través de un comunicado, aseguran que son conscientes de la falta de mala intención en estas publicaciones y achacan los errores a al “ritmo frenético que afecta a la elaboración de las noticias, contaminado por la presión de las redes sociales”.
La realidad es que estos errores se han producido en un contexto difícil para la agencia de noticias que dirige Miguel Ángel Oliver, que vive sumida en una importante crisis económica. Hace escasas semanas conocieron la confirmación del Gobierno de que su presupuesto anual seguirá congelado -rozando los 54 millones de euros anuales- en los próximos años. Mientras tanto, arrastra una importante deuda económica que alcanza se incrementó en 18 millones de euros. En el último año.
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