Comienza la segunda venida del Mesías televisivo, José Pablo López, más conocido en ciertos predios pasados en los que desarrolló su labor como ‘El Obispito’, el único verdadero conocedor del sector televisivo en España, en el Mundo y en gran parte del Universo, con perdón del gran Josemi Contreras, gran español, mejor productor, creador y ponedor de la Sexta de Ferreras y terror de los fabricantes de tarjetas de visitas.
Vuelve el Mesías de la televisión y con él -aunque, ciertamente, nunca se fueron- su cola de deudos nerviosos, con la cantinela de que: “¿qué hay de lo mío?” debajo del sobaco. Muchos tienen un denominador común, querer hacerse famosos con poco esfuerzo y mucha jeta, y algunos de ellos arrastran pintorescas polémicas y situaciones en el sector dantescas, siendo partícipes desde las páginas de diarios desde los que amenazan, amedrentan, amorcillan… Otros son jueces, jurados y verdugos. A los de más allá les cuesta hilar una frase de sujeto, verbo y predicado y a los de más acá se les hace bola interpretar una curva de audiencias. Pero todos llevan en su alma un director de contenidos. O eso creen ellos. Más de uno, tiempo al tiempo, se va a llevar un chasco cuando su gurú no le responde los whatsapp. ¡Qué fino hilas, Josefina!
Aclaración para mal pensados o Bulocratas (inventores y creadores de la BULOCRACIA en la que estamos instalados) al uso:
El término COLA se emplea en el titular del presente haciendo referencia a la de un cometa que ilumina las noches. Sin más.
Seguiremos las huellas del Gran José Pablo camino de Damasco, hoy Prado del Rey.