Visto y no visto. Así fue la aparición de David Broncano en la “celebración” de la Navidad de Radio Televisión Española que tuvo lugar este martes en el Teatro Real de Madrid. La corporación organizó un acto con la prensa para detallar los contenidos que emitirán durante estas fiestas.
Rodeada por los rostros más carismáticos y reconocibles de la cadena pública, la directora de Comunicación y Participación de RTVE María Eizaguirre hizo las veces de presentadora en un evento al que acudieron José Pablo López -nuevo presidente del ente- y su mano derecha, Sergio Calderón.
Sin embargo, todos los focos -y las miradas- estaban puestas sobre David Broncano y Lalachus, los flamantes presentadores de las Campanadas de TVE. Ambos subieron al escenario montado en la planta baja del Teatro Real para comentar, en todo de broma, cómo se están preparando para llevar las riendas de uno de los momentos televisivos más importantes del año.
Tras algunos chistes, la pareja de las Campanadas volvió a sus asientos para, instantes después, desaparecer entre el público y abandonar el evento. Una “espantada” en toda regla que dejó a los periodistas acreditados sin la posibilidad de poder hablar unos minutos con ellos.
“Cartel de estrellas”
Esta “espantada”, que también se puede interpretar como una “plantada” a la prensa, se intentó justificar desde RTVE señalando que ambos tenían “otros compromisos”. Lo cierto es que esa tarde, como todas de lunes a jueves, tenían que grabar el programa de La Revuelta.
Sin embargo, conceder unos minutos a los medios de comunicación acreditados apenas les habría llevado más de diez minutos. Entre los asistentes al evento se comentó en varias ocasiones que no era de recibo que, siendo las dos principales estrellas, los medios de comunicación no pudieran realizarles preguntas.
Algunos lo achacaron al trato de estrellas que les ha dado la corporación, especialmente a David Broncano, cuya irrupción en las noches de TVE ha llevado incluso a la cadena pública a entrar en una guerra de audiencias contra El Hormiguero y Antena 3.
Al propio humorista parece habérsele subido la fama a la cabeza, sin entender muy bien dónde está ni quién le paga. Porque la televisión pública es de todos y entre sus “obligaciones” como presentador de TVE está atender a la prensa.
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