PEDRO VALLÍN SE EXCEDE EN X CON UN CHISTE SOBRE LA DANA

Pablo Iglesias pesca en las aguas revueltas de ‘La Vanguardia’

JOSÉ ALBARRÁN REPRENDE AL PERIODISTA TRAS SUS DESAFORTUNADOS COMENTARIOS

¿Aprenderá la lección? En algunos despachos de ‘La Vanguardia’ no son muy optimistas.

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Hay que reconocerle que no deja pasar una oportunidad de ajustar cuentas con los que, antaño, integraron su corte. A nadie se le escapa que los mandobles propinados por Pablo Echenique en el programa de Risto Mejide al periodista Pedro Vallín, de ‘La Vanguardia’, tras sobrarse con un usuario de X hablando de ‘DANA particular’, no fueron casuales. Había voluntad de ‘vendetta’ y se llevó a cabo. Total, Vallín lo puso a huevo y las aguas revueltas de ‘La Vanguardia’ lo propiciaron. Qué lejos quedan aquellos tiempos de hacerse fotos con la melena cortada del Sansón de Hacendado de la política española…

Lo de Vallín no es nuevo, pero en este caso, se le fue la mano, como a los del GAL. Y, claro, en el periódico del conde y grande de España ha habido quien ha puesto el grito, con razón, en el cielo. En Barcelona hay quienes no tragan al multitarea Vallín (matasiete de X, redactor, crítico, promotor de los Feroz… y pedante a tiempo completo), escudado hasta el momento en la oronda, más que alargada, sombra del Berlinguer de Badalona, Enric Juliana. Ya se sabe, Dios los cría y ellos se juntan.

El caso es que, esta vez, hasta los más conspicuos de la Ciudad Condal han tenido que reconocer que Vallín se ha pasado. Le tocó tirarle de la oreja a Joel Albarrán, en calidad de Defensor del Lector, porque, además, Vallín se cargó toda la línea estratégica de ‘La Vanguardia’ en el último mes. ¿Cómo se come, si no, que se dediquen páginas y páginas a decir lo malo y crispante que es X cuando uno de tus redactores anda provocando en esa misma red? ¿Cómo justificas que te largues de X y uno de tus empleados esté todo el día crispando en ella? Pues eso, que hubo que ponérselo blanco y en botella. ¿Aprenderá la lección? En algunos despachos de ‘La Vanguardia’ no son muy optimistas.

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