La comunicación corporativa ha sido asociada tradicionalmente a perfiles con formación en humanidades y una fuerte orientación al relato, pero esa realidad se enfrenta al reto de explicar realidades cada vez más técnicas, desde algoritmos hasta marcos normativos complejos. En este nuevo escenario, las empresas necesitan algo más que buenos narradores, sino que buscan profesionales capaces de comprender a fondo lo que comunican. El resultado es el auge de un perfil híbrido que combina competencias comunicativas con conocimientos técnicos especializados.
Los llamados comunicadores técnicos, profesionales con formación en ingeniería, ciencia de datos, sostenibilidad o finanzas, y experiencia en comunicación, se están abriendo paso en departamentos donde antes solo había periodistas o politólogos. Su ventaja competitiva es clara: pueden actuar como traductores naturales entre los equipos especializados y los públicos no expertos, incluyendo medios, inversores, reguladores o incluso los propios empleados.
Así, cada vez más empresas demandan perfiles capaces de explicar con claridad qué hay detrás de un algoritmo, una auditoría ESG o una tecnología emergente, manteniendo el rigor técnico sin renunciar a la claridad ni al atractivo del mensaje. El objetivo es ir más allá de las típicas notas de prensa bien redactadas que no suscitan casi interés y construir en su lugar mensajes sólidos que sirvan tanto para una verificación especializada como para generar impacto en distintos públicos.
La tendencia es especialmente visible en sectores como la energía, las telecomunicaciones, la industria farmacéutica o la banca. También en empresas emergentes que operan en campos como la biotecnología o la ciberseguridad, donde el storytelling clásico se queda corto.
Se suma el hecho de que la irrupción de la inteligencia artificial está acelerando este cambio. Las organizaciones necesitan explicar qué están haciendo con IA, cómo afecta a sus procesos y si están cumpliendo con la nueva legislación europea, y para hacerlo bien, es necesario contar con alguien que entienda los modelos, no solo las palabras.
Aunque no se trata de sustituir a los comunicadores tradicionales, sí se observa una transformación del rol del dircom, que tiende a rodearse de perfiles más técnicos o incluso a formarse en competencias nuevas. Cursos de fundamentos en ciencia de datos, machine learning, sostenibilidad aplicada o derecho digital están empezando a aparecer en los currículos de directivos del área.
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