ESTA NUEVA NORMATIVA EUROPEA SE APROBÓ EL PASDO 22 DE ENERO DE 2025

El Impacto del Reglamento (UE) 2025/40 sobre Envases y Residuos de Envases

RETOS Y OPORTUNIDADES PARA LAS EMPRESAS

A diferencia de su predecesora, es de aplicación directa en todos los Estados de la UE, eliminando las diferencias legislativas que fragmentaban el mercado europeo

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Imagina un futuro donde todos los envases que ves en el supermercado sean reciclables o reutilizables. Esa es la meta estrella del nuevo Reglamento (UE) 2025/40 sobre Envases y Residuos de Envases, conocido como PPWR (Packaging and Packaging Waste Regulation).

A diferencia de su predecesora, es de aplicación directa en todos los Estados de la UE, eliminando las diferencias legislativas que fragmentaban el mercado europeo. Su enfoque abarca todo el ciclo de vida de los envases, desde el diseño hasta la gestión de residuos, y afecta a cualquier empresa que fabrique, importe o comercialice productos envasados en la UE, independientemente del material utilizado.

Uno de los pilares fundamentales es garantizar que, para 2030, todos los envases sean reciclables de forma económicamente viable o reutilizables. Esto implica un cambio radical en el diseño de los productos, conocido como ecodiseño, que obliga a las empresas a minimizar el uso de materiales, reducir el peso de los envases y eliminar sustancias perjudiciales como PFAS o bisfenol A.

Además, se fomenta el uso de contenido reciclado, con metas progresivas que alcanzan su punto álgido en 2040. ¿Qué está en juego? Vamos a desgranarlo.

5 cambios principales que las empresas deben asumir

El pasado 22 de enero de 2025, se aprobó esta nueva normativa europea, que entró en vigor el 11 de febrero, y que obligará a las empresas a repensar cómo se diseñan, producen y gestionan los envases en Europa. Los 5 cambios clave que deberán tener en cuenta las empresas son los siguientes.

    Retos para las empresas: innovación y costes

    Adaptarse al Reglamento 2025/40 no será tarea sencilla, ya que supone una transformación radical en la forma en que las empresas diseñan, producen y gestionan sus envases. El principal reto es el económico: rediseñar envases, implementar sistemas de reutilización y cumplir con las nuevas exigencias de reciclaje implica costes operativos que podrían repercutir en los precios finales. Las pequeñas y medianas empresas, en particular, podrían enfrentarse a dificultades para absorber estas inversiones sin un apoyo adecuado.

    Además, la transición requiere una colaboración intensa entre los agentes de la cadena de valor: fabricantes, distribuidores, gestores de residuos y administraciones públicas. La falta de infraestructuras homogéneas para la recogida y reciclaje podría ralentizar el cumplimiento de los objetivos. Por otro lado, las empresas deberán formar a sus equipos y sensibilizar a los consumidores, quienes jugarán un papel crucial en la correcta separación de residuos.

    Fechas clave que no puedes ignorar

    Conclusión: un futuro más circular

    En un mundo donde la sostenibilidad ya no es opcional, el mensaje es claro: innovar es la clave para destacar. Las empresas que abracen este cambio estarán no solo cumpliendo con Europa, sino construyendo un futuro más verde para todos, en un mercado donde la responsabilidad medioambiental será clave para el éxito a largo plazo.

    Lucía Parro, consultora de Asuntos Públicos en Grayling

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