Cuando se conoció, semanas atrás, que Alberto Artero, conocido por su pseudónimo de S. McCoy, regresaba a ‘El Confidencial’, algunos en la redacción expresaron en uno de los restaurantes del centro comercial Zielo la misma opinión: “Segundas partes nunca fueron buenas… y más si la primera terminó en tragedia”. Y es que la estrella de Artero, que se apagó en 2021 y se extinguió del todo en 2022 entre la rechifla de un blog gastronómico cargado de egolatría (“Dónde come McCoy”), vuelve a ser una lucecita en la peculiar sección de Opinión del digital del dúo Cardero-Totoyo.
El estreno no podía comenzar de otra manera más que con un ejemplo de ironía mal entendida y mucha, pero mucha, capacidad para el ‘yoismo’. “McCoy no estaba muerto, estaba de parranda”, escribió el regresado. Y lo cierto es que ni siquiera eso, sino que andaba momificado por los predios de Vicens, la consultora de David Córdova, y dando la matraca a primera hora de la mañana con una newsletter enviada por Whatsapp. Para líderes, claro. No podía ser de otro modo.
Como dicen en la redacción de ‘El Confidencial’, no queda claro -y más vale, allí, no intentar averiguarlo para vivir tranquilo- por qué, de repente, Artero ha vuelto a desembarcar después de haberlo sido todo y haberse quedado en nada. ¿Magnanimidad de José Antonio Sánchez, Totoyo? ¿Pena? ¿Interés? El ‘quid’ de la cuestión está en las apuestas sobre Nacho Cardero, al que en su momento se apuntó como ‘killer’ del sujeto, que llegó a ostentar galones de director general.
Los artículos publicados hasta ahora, resumen de sus envíos de Whatsapp, no dejan de tener un cierto ‘deja vu’ para los iniciados. Mucho medio económico internacional, mucho extracto de uno de sus artículos, mucha fraseología… Y claro, algunos no dejan de recordar aquel juicio de Jesús Cacho cuando partió peras con Totoyo: “Sus columnas diarias son el resultado de un rastro de horas por la prensa económica internacional a través de internet y un posterior ‘copia y pega’ de los textos/ideas seleccionados, procedimiento del que suele salir un refrito en general farragoso, porque los dioses tampoco le han llamado por la senda de la prosa fina”.
Aunque ahora da la sensación de que más breves, por aquello de la “economía del tiempo”, y con el claim de “liderar la conversación”.
En la redacción de ‘El Confi’, desde luego que la lidera. Aunque no como él querría.
