En la Tierra a martes, 23 abril, 2024

En busca del nuevo Steve Jobs

El modelo de gestión de altas capacidades en EE.UU. es un referente mundial, ya que ha puesto en marcha medidas para mejorar la asistencia, como exigir una capacitación especial a los maestros de estos alumnos, e incluso pruebas de nivel para acceder a la universidad antes de tiempo. Mientras tanto, en España el porcentaje de niños de altas capacidades identificados es muy bajo, no llega el 0,3%, según datos del Ministerio de Educación, y la poca cultura y medios disponibles dificultan que se realicen pruebas de diagnóstico que confirmen estos casos en los centros.

Relevantes profesionales del cine, la música y la tecnología, como Steve Jobs, Shakira, Bill Gates, Natalie Portman, Quentin Tarantino, Madonna y Jodie Foster han conseguido el éxito gracias a desarrollar sus altas capacidades. En matemáticas, destaca el caso de Terence Tao, quien con sólo 24 años es profesor titular de matemáticas en la UCLA y ha recibido la medalla Fields por sus logros con los números. La identificación temprana es fundamental para impulsar el desarrollo del niño de altas capacidades, por lo que los padres deben conocer cuáles son las claves para identificar estos casos:

  • Rendimiento escolar muy avanzado: Muestran grandes habilidades en la lectura y los números.
  • Relación inusual con el entorno: Su conducta se parece más a la de una persona mayor que a la de un niño de su edad. En algunos casos, tienen una baja autoestima y se aíslan de sus compañeros.
  • Hipersensibilidad: Son muy sensibles a los cambios y necesitan sentirse apoyados. En el aula, la labor del profesor es muy importante para evitar la frustración.
  • Autoexigencia: Muestran interés por muchos temas a la vez y son muy exigentes con ellos mismos.

La mayoría de los colegios son muy reacios a adelantar un curso a los alumnos de altas capacidades por evitar separar a los niños de sus compañeros y que ello genere un problema emocional. El resultado es que muchos niños se aburren en clase, más aún en asignaturas como matemáticas, donde el desfase en el aula llega incluso a los dos cursos. Estas situaciones requieren un mayor esfuerzo por parte del profesor que, debido al exceso de trabajo o la falta de concienciación, puede no estimularles lo suficiente y limitar sus capacidades.

Ante este problema, Smartick apuesta por estimular el talento matemático de los niños de altas capacidades a través de contenido y reglas específicas en su algoritmia. El contenido específico es de mayor complejidad y exige unos niveles de abstracción y creatividad mayores. En función de la capacidad del alumno para resolver ese contenido, Smartick le va proponiendo más o menos cantidad en su menú diario. Además, colabora con asociaciones de altas capacidades emitiendo un certificado para solicitar becas al Ministerio de Educación.

En Smartick, miembros del equipo hacen un seguimiento más personalizado para garantizar que el alumno se prepare, sin que se vea afectado por la dinámica de la clase, a las exigencias de un curso superior, si el centro opta por la aceleración curricular. Este método adapta el aprendizaje al ritmo de cada niño, independientemente del curso académico en el que esté, por lo que es un método ideal para mantener el interés de los alumnos de altas capacidades en las matemáticas.

En algunas comunidades autónomas, como Andalucía, desde 2011 hay un protocolo de actuación para identificar a los alumnos de altas capacidades que consiste en una batería de preguntas a los niños de tercero de infantil y sexto de primaria. “El problema es que luego no hay recursos para atenderlos”, según explica María Rodríguez, presidenta de ASA Málaga (Asociación de atención a las altas capacidades) y vicepresidenta de CONFINES, una confederación de asociaciones españolas. Los dos hijos de María hacen Smartick desde hace más de dos años y reconoce a título personal: “me encantaría que hubiera colegios específicos para estos niños, pero me parece una utopía. Sería lo lógico, igual que hay centros de alto rendimiento en el deporte o en la música”.

Según el análisis de los resultados de los alumnos de altas capacidades que usan Smartick, existe una diferencia muy significativa en la resolución de problemas de razonamiento complejo entre éstos y el resto de alumnos. Curiosamente, el 69% de los casos identificados de altas capacidades son niños, lo que podría deberse a que las niñas no suelen querer destacar y pasan más desapercibidas a la hora ser identificadas.

“En Smartick podemos evaluar a nuestra aula de Altas Capacidades como una muestra de control respecto a la media, además podemos decir que los niños de AACC van por encima de la media y que hay una diferencia notable en la resolución de problemas de lógica, por ejemplo. Nos enorgullece así ver cómo podemos atender a niños que, de otra manera, estarían desperdiciando su talento en clases donde no hay medios para atenderles individualmente”, dice Javier Arroyo, cofundador de Smartick.

Smartick no sólo apuesta por las altas capacidades desde su plataforma, sino que emite certificados para solicitar becas al Ministerio de Educación colaborando con asociaciones de altas capacidades, como la que preside María Rodríguez. Ante la falta de recursos públicos para estos niños, son las asociaciones las que están incentivando a los niños con cursos extras, talleres, visitas a museos y estancias de fin de semana en las aulas de la universidad, donde los niños son bien acogidos por profesores encantados con unos alumnos tan motivados.

Además, ofrecen apoyo a los padres mediante charlas divulgativas y puesta en común de experiencias. Con un método por el que han pasado 32.000 niños de 99 países, Smartick se ha convertido en el recurso educativo que atiende a las altas capacidades al margen de los colegios y adapta el aprendizaje a las necesidades de los alumnos.

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